Nunca un Presidente de México, en este caso Felipe Calderón, tres de sus secretarios: el de Defensa, Guillermo Galván; el de Marina, Francisco Saynez, y el de Seguridad Pública, Genaro García Luna, habían sido demandados ante la Corte Penal Internacional (CPI) por delitos contra la humanidad que, según el Estatuto de Roma -documento fundacional de ese tribunal- son genocidio, crímenes de guerra, exterminio, deportación o desplazamiento forzoso, desaparición forzada y tortura, entre otros.
La demanda por esos delitos cometidos en el contexto de la guerra contra el crimen organizado, también es contra los integrantes del cártel de Sinaloa encabezado por el prófugo de la justicia Joaquín Guzmán Loera, y fue presentada el viernes en La Haya, Holanda (sede de la CPI), por el abogado mexicano Netzaí Sandoval respaldada por más de 23 mil firmas.
El expediente, entregado al fiscal general de dicho organismo, el argentino Luis Moreno Ocampo, contiene -según Sandoval- "470 casos documentados de asesinatos, torturas, desplazamientos forzados y reclutamiento de menores, que se han producido en un contexto generalizado de violencia sistemática que ha llevado a México a una crisis humanitaria con más de 50 mil personas ultimadas, 230 mil desplazadas y 10 mil desaparecidas".
La Corte Internacional de Justicia es un tribunal permanente reconocido por los países signatarios del Estatuto de Roma, entre ellos México. Trabaja cerca a la ONU aunque no pertenece formalmente a ella. Su origen se remonta a los tribunales de Núremberg y Tokio, conformados para juzgar crímenes de la II Guerra Mundial. Concluido su trabajo, la diplomacia mundial quiso formalizar un tribunal internacional dedicado a juzgar los crímenes de lesa humanidad pero la idea no prosperó hasta que la gravedad de los genocidios de Yugoslavia (1991-1995) y de Ruanda (1994) obligó al mundo a conformar esa Corte el 17 de julio de 1998.
Claro que habrá que esperar si la CPI decide iniciar una investigación en México (lo que sería muy dañino para el actual gobierno, mas aún en plena coyuntura electoral) y por supuesto el fallo. Por el momento, el simple hecho de que al presentarse la demanda se responsabilice directamente al Estado mexicano y a Calderón como titular del Poder Ejecutivo y comandante en jefe de las fuerzas armadas, abre los ojos del mundo y de muchos mexicanos aletargados por la desinformación mediática masiva, a la grave situación de violencia y miedo en que la presunta comisión de esos crímenes contra la humanidad ha sumergido al país.
El mismo día en que se presentó la demanda, el Gobierno Federal negó en un comunicado que haya en México una guerra -no obstante que así la nombró Calderón al ponerla en marcha- y que sus consecuencias, en cuanto a destrucción y número de muertos, correspondan a los de un conflicto armado de tal envergadura. También rechazó que exista un ataque generalizado y sistemático contra la población civil, y minimizó cualquier resolución de la CPI al advertir que sus tareas son solamente complementarias de las de la justicia mexicana.
Ésta, durante 70 años del PRI, se consolidó como un entramado de leyes e instituciones que en el papel dicen una cosa y en la práctica otra porque en realidad son instrumentos de control político y social. En ese contexto, los narcos, por ejemplo, no son el problema sino una de tantas evidencias de la descomposición del sistema.
Pero Calderón no lo ha visto o no quiere verlo. Por eso se fue sólo contra el narco (y nadie le pide que deje de hacerlo), no contra el problema de fondo. Abrió decenas de frentes en el campo de batalla, hizo polvo el tejido social, violó derechos humanos y expuso a las fuerzas armadas a un desprestigio del que difícilmente saldrá limpio. En ese escenario se han dado los presuntos crímenes contra la humanidad de los que hoy se le acusa en un tribunal internacional porque nadie cree que aquí se haga justicia.
1. VOTO CAMPESINO. Hacia él voltean ya los candidatos a la Presidencia. El PRI y Enrique Peña afinan su maquinaria de control corporativo. Ésta deberá aportarle al ex gobernador mexiquense (que ayer registró su precandidatura en medio de una cargada recargada) por lo menos 10 millones de votos, según garantizó el líder nacional de la CNC, Gerardo Sánchez. Del lado de la izquierda y Andrés Manuel López Obrador, anunciará hoy el inicio de la conformación de un plan "para rescatar de su postración al campo mexicano". Lo hará al asistir a Ayoxustla, Puebla, al centésimo aniversario de la promulgación del Plan de Ayala por el que Emiliano Zapata enarboló el lema Tierra y Libertad. Se dice que será el Plan de Ayala del Siglo XXI. Lo único mal de recurrir a tales referentes históricos es quedar abajo de las expectativas.