Sin alianza del PAN y PRD en las elecciones de 2012 para la Presidencia de la República, porque la rechazan el presidente Calderón, la dirigencia perredista y López Obrador, Vicente Fox propala dentro y fuera de México que al partido blanquiazul se le fue el tiempo “para hacer la tarea” y perderá las próximas elecciones.
El dirigente panista, Gustavo Madero, se aferra a la idea de que su partido va a conservar el poder y suelta frases como ésa de “los priistas están nerviosos” porque el PAN ha iniciado “alianzas hacia adentro”. ¿Se le olvidó lo sucedido en el Edomex? En entrevista radiofónica, Felipe Calderón reconoció buen trato de su gobierno con el capitalino de Marcelo Ebrard pero, advirtió, no llega a tanto para establecer una coalición con el PRD.
El líder del partido amarillo, Jesús Zambrano, pareció responder al primer mandatario así: “No andamos pidiéndole al PAN el favor de que vaya con nosotros (en alianza), como para que hoy se hable de que nos están haciendo el fuchi, ni tampoco estamos mendigando nada rumbo a esa elección” (de 2012).
López Obrador festejó que el Consejo Nacional del PRD haya desechado la posibilidad de ir en coalición con el PAN. Según dijo, tampoco debe haber pactos con el PRI.
Sin embargo, faltan más de seis meses para el registro de aspirantes a la Presidencia y quienes se vean rezagados, como sería el caso del jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, volverán a la carga con las alianzas o insistirán en candidaturas ciudadanas.
FUE UNA BENDICIÓN
para los mismos panistas la eliminación del secretario del Trabajo, Javier Lozano, tras de sus habladas de ser el único gallo ganador del partido blanquiazul. Pero el titular de Hacienda, Ernesto Cordero, dejó estupefacto al mundo político y periodístico al afirmar que tiene gran respeto a Lozano por ser de los mejores funcionarios conocidos por él y cualquier gobierno se enorgullecería de tenerlo.
El criticado secretario de Educación, Alonso Lujambio, rechaza la candidatura de unidad en el PAN, es decir, el “dedazo” de Los Pinos, que pudiera ser a favor de Cordero. En plan machista, el “educador” dijo la frase de “¡No vengo a ver si puedo, sino porque puedo vengo!”. Le faltó soltar la mangana.
Es tan pobre el equipo de Lujambio que su brazo derecho es la coordinadora panista en la ALDF, María Gómez del Campo. Y no podrá contar con el SNTE de Elba Esther Gordillo porque esta maestra coquetea con el jefe de Gobierno del DF, Marcelo Ebrard, quien sigue soñando en ganar la candidatura de izquierda a López Obrador. Por carta se eliminó el secretario de Desarrollo Social, Heriberto Félix Guerra, quien convino con su familia que él puede servir mejor a México desde el puesto donde se encuentra. De estos servidores necesita la patria. Tan trabajadores como son y con un sueldo miserable de 205 mil dólares al año, más los negocitos de cada dependencia, ¿habrá quién renuncie a semejantes sacrificios? Le quedan cinco “ganadores” a Gustavo Madero, de los 10 que presumió y sólo pudo reunir a siete. Seguramente van a echar al gobernador jalisciense Emilio González Márquez, pero se van a aferrar Cordero, Lujambio, Josefina Vázquez Mota y Santiago Creel. Según el sentir general, ninguno ganaría ni a López Obrador.
El PAN no es de encuestas nacionales, sino de encerronas con delegados y podría hacer una para determinar cuál de los cuatro obtiene más votos. Ni modo que sigan el consejo de Elba Esther Gordillo, de meterlos en una licuadora y obtener un híbrido.
Y si el presidente Calderón insiste en el candidato ciudadano, es claro que ninguno de su partido lo convence. Según Vicente Fox, “el PAN ya no tiene tiempo de hacer la tarea”.
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