Sobre hielo. Las intensas nevadas generaron una parálisis en las principales ciudades de Estados Unidos.
La supertormenta que azota a un tercio de EE.UU. ha provocado ya la cancelación de más de 12,000 vuelos y, tras paralizar Chicago, continúa hoy su recorrido hacia el nordeste, donde se espera deje más nevadas y peligrosas capas de hielo. Más de 100 millones de estadounidenses se han visto afectados por la tormenta, "una de las peores" de la temporada invernal de acuerdo con los meteorólogos y que se prolongará hasta finales de semana.
Durante la semana se han cancelado 12,000 vuelos, un 20 por ciento del tráfico aéreo nacional en EE.UU., informó el sitio web FlightAware.com. Más de 250,000 personas han sufrido cortes eléctricos en los estados de Illinois y Ohio, informó la Agencia Federal de Gestión de Emergencias (FEMA). Chicago ha sido la ciudad donde la "tormenta monstruosa", como ya la han bautizado los medios locales, ha golpeado con mayor intensidad, con vientos polares de hasta 80 kilómetros por hora y capas de nieve de 60 centímetros de espesor.
Los termómetros en la "ciudad del viento" registraron máximas ayer de 18 grados bajo cero, señaló Laura Furgione, directora del Servicio Nacional del Meteorología.
Esta agencia federal mantuvo ayer la alerta de una "tormenta potencialmente catastrófica" para todo el día en la zona de los Grandes Lagos, entre EU y Canadá. "Antes de considerar salir a las carreteras, pregúntense si llegar a su destino merece poner en riesgo su vida", agregó en su alerta, ante el estado de las carreteras que se han convertido en "pistas de patinaje".
El aeropuerto internacional de O'Hare de Chicago, uno de los principales nudos aéreos del país, canceló todos sus vuelos de ayer y volverá a operar hasta el jueves.
Además, las autoridades de la ciudad han suspendido las clases, algo que no se producía desde 1999. "Esta tormenta pondrá a prueba los recursos de la ciudad y la paciencia de los ciudadanos", dijo José Santiago, jefe de la Oficina para Gestión de Emergencias de Chicago.