El canciller palestino en su viaje por América Latina pide apoyo a países como México para que en la votación próxima –en la Asamblea General de la ONU- para dilucidar si Palestina es o debe ser un país independiente o, en su defecto, seguir siendo víctima de las trapacerías israelíes y de la judería internacional. México en este evento tendrá la oportunidad de figurar entre las naciones soberanas e independientes o persistir en permanecer de sátrapa del poder estadounidense. Con Felipe Calderón de presidente, es muy probable, dada su muy comentada ilegitimidad por la llegada truculenta y tramposa a la Presidencia en el fraude electoral del 2006, se someta al consenso de Washington y a la hegemonía estadounidense. Cosa no menor que ya nos ha costado decenas de miles de millones de pesos en pérdidas materiales, tres mil millones de dólares en inversión estúpida en armamentos innecesarios, más de 50 mil ejecutados, la mayoría por el propio Estado y trece mil desaparecidos, los que sin duda ya son cadáveres.
Riad Malki, secretario palestino de relaciones exteriores apela a la decencia de los dirigentes políticos del mundo para que la injusta intervención judía/anglosajona y lucro del bien palestino cese y que la justicia les ampare, ya que son víctimas de la judería mencionada desde 1919, año en que Turquía, aliada de Alemania, perdió la 1ª Guerra Mundial. Los ingleses enviaron oficiales anglo-judíos a gobernar Palestina y el sufrimiento de este pueblo ha persistido por noventa años y, en todos esos años ni siquiera han logrado ni EEUU, Gran Bretaña e Israel, que ese estado sionista como paria, sea independiente, ya que para sostener a Israel requieren tanto de la ayuda pecuniaria estadounidense, cual limosna -9 mil millones de dólares anuales- y del óbolo forzado de las comunidades judías en la diáspora, incluyendo la de México. Además Estados Unidos nos impuso un TLC México/Israelí que nos cuesta una millonada anual porque ellos nos venden piratería, “Seguridad” con agentes y espionaje, siempre traicionando a nuestro país y dirigentes –como es su estilo y talante- y nosotros les entregamos subsidiadas, materias primas y buen trato para que ellos logren sostenerse en su colonialismo rapaz, procaz e inhumano, a un pueblo, el palestino, preso del racismo hebreo en Cisjordania y en Gaza, conformando el Campo de Refugiados y exterminio más grande del mundo en todos los tiempos desde que el mundo tiene historia.
Calderón será forzado por judíos y estadounidenses para votar –en la ONU– contra la justicia y libertad de los palestinos y ello representará una vergüenza para los mexicanos. Hagamos que nuestro presidente, espurio o no, se deje de cuentos y sumisiones y haga lo pertinente en todo aquello que pregona un día sí y otro también. Obliguémoslo a ser, aunque sea por esta vez, un hombre decente. Palestina y palestinos deben y tienen que determinar por ellos mismos el futuro que merecen y desean. La justicia llegará mientras existan personas inteligentes, honestas y decentes. ¿Será?