En afán de una de cal frente a las que van de arena, curitas frente al baño de sangre, la Secretaría de Economía llevó una buena a Ciudad Juárez: la posibilidad de importar vehículos usados de allende el Bravo, en extensión de la alocada apertura ofrecida en el sexenio foxista.
La medida, anunciada como parte de la celebración de un aniversario más de la toma de lo que fuera Paso del Norte durante la Revolución, implica un aumento de 70% a 85% en el monto máximo que se puede garantizar, lo que en términos prácticos representa una caída de 50% a 25% en el arancel o impuesto de importación.
La paradoja del caso es que, ocupados los habitantes de la ciudad-mártir en llorar a sus muertos, el júbilo llegó del otro lado de la frontera hasta alcanzar la Casa Blanca, a quien la medida le cae como anillo al dedo frente a su programa de deschatarración recién implementado.
Ahora que en la misma línea de más de lo mismo de la "estrategia" implementada por el foxismo para alegrar a los vecinos del norte, en Tijuana acaba de concluirse el más ambicioso programa de legalización de vehículos irregulares Made in USA que circulaban con placas sobrepuestas para evitar la confiscación.
Las láminas las otorgaba un organismo denominado Asociación Nacional de Protección a Mexicanos.
El número de vehículos legalizados, de acuerdo a la Asociación de Comerciantes de Autos Usados de Tijuana y Mexicali, fue de 700 mil; por más que oficialmente se reconoce sólo el 10%.
Los recursos empleados para los trámites los colocó en la mesa el Gobierno Federal. Naturalmente, no hubo verificación al calce sobre el estado de los vehículos, sus índices de contaminación, la posibilidad de que estuvieran involucrados en la comisión de delitos...
El año pasado ingresaron irregularmente al país desde la frontera norte 420 mil unidades.
Ahora que, del otro lado de la moneda, el júbilo estadounidense contrasta con las caras largas de los productores y distribuidores locales, cuyas ventas, pese a la incipiente recuperación de la economía, no alcanzan aún a empatar los niveles de 2008. De hecho, la producción durante abril pasado, de acuerdo a cifras de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), decreció 10.4%, por más que las ventas al mercado interno crecieron en 10.7%. Se diría, pues, que el Gobierno busca votos a cambio de perder empleos.
El caso es que la apertura a los automóviles usados no es la única que mantiene en jaque a la industria nacional. Ahí está la amenaza de la propia Secretaría de Economía de llevar a cero el arancel o impuesto de importación al acero, tras haberlo bajado de 15% a 10%, y luego a cinco, para llegar a tres durante este año. La medida que apunta a los países con los cuales no se han firmado Acuerdos de Libre Comercio, en este caso favorece a China, cuya producción del metal, de acuerdo a la World Steel Asociation, alcanzó el año pasado mil 413 millones de toneladas, lo que representa 49% de la del planeta.
De hecho, aún sin el arancel cero, la competencia del país de la muralla está arrollando a las firmas siderúrgicas nacionales, pese a la modernización de las plantas del grupo Villacero o la adquisición de equipos novedosos por parte de Altos Hornos de México. La producción conjunta del año pasado fue de 16.2 millones de toneladas, previéndose que para este año alcance 17.2, monto que, sin embargo, resultará insuficiente frente a una demanda interna de 20 millones.
El resto tendría que cubrirse con importaciones. Sin embargo, la avalancha china está dejando las bodegas atiborradas, lo que provoca que algunas plantas trabajen a sólo el 50% o 40% de su capacidad instalada.
Las demandas por prácticas desleales de comercio contra los chinos, cuyo gobierno subvenciona la producción y subsidia las importaciones, se han multiplicado al infinito. De acuerdo a la Cámara Nacional de la Industria del Hierro y el Acero, en los últimos dos años México ha importado productos con contenido de acero por 45 mil millones de dólares.
El organismo señala que en la última década, dadas las políticas antinacionalistas del Gobierno mexicano, se han perdido 900 mil empleos en la industria manufacturera.
Lo grave del caso es que aunque las empresas siderúrgicas le dieron el sí a la desgravación arancelaria, lo cierto es que el Gobierno les ofreció compensaciones que no ha cumplido.
Estamos hablando, por ejemplo, de tarifas eléctricas especiales, cuyo monto ha crecido, en contrario, en 16% en los últimos tres años.
Candil de la calle...
BALANCE GENERAL
Pendiente aún el proceso que ofreció abrir la Procuraduría General de la República contra tres empresas gaseras: Tomza de los empresarios Tomás y Enrique Zaragoza, Gas Norte y Sugas, por haberse comprobado que se surtían de una toma clandestina abierta a un gasoducto en el municipio de Nextaplán, Estado de México, ahora resulta que también hay quienes se roban la turbosina. Hete aquí que acaba de descubrirse una toma ubicada en el municipio de Tlanepantla, concretamente en la colonia San Pablo Xalpa, conectada a un ducto que corre de la terminal de almacenamiento y reparto de Azcapotzalco al Aeropuerto Internacional "Benito Juárez" de la Ciudad de México. La gran pregunta es si Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) no había detectado la evidente baja de presión en el suministro del combustible utilizado por los aviones.
CLUB DE CUATES
La salida de Rafael del Villar como integrante del pleno de la Comisión Federal de Telecomunicaciones, al no ser ratificado por el Ejecutivo para un segundo periodo, deja a éste en calidad prácticamente de club de amigos, con batuta para dos de ellos: el presidente Mony de Swaan y Gonzalo Martínez Pous.
El problema es que si no se llena rápidamente el hueco, éstos se darían un formidable banquete en resoluciones próximas como el Convenio Marco de Interconexión, la asignación de frecuencias radiofónicas vía combos, o las regulaciones asimétricas para empresas declaradas con poder sustancial de mercado. Del Villar era quien acumulaba mayor acerbo técnico en el organismo.
NO CUMPLÍS, CHÉ
En una acción sin precedente, el gobierno de Argentina acordó cerrar la frontera a la importación de automóviles Tiida y Sentra producidos por Nissan México, debido a que no cumplen con el porcentaje de contenido local previsto por el Mercosur.
Lo grave del caso es que en la fase previa a la implementación de la medida se le pidió a México una explicación amplia sobre el proceso de fabricación de los vehículos, cuya respuesta fue el silencio.
CASI EL PARAÍSO
De acuerdo a una encuesta realizada por Great Place to Work, las mejores firmas para trabajar en México en el rango de quienes alcanzan más de cinco mil plazas, son el banco Compartamos, Atento y la cadena de comida rápida McDonald's. La indagación tomó en cuenta el grado de respeto a los trabajadores, la confianza en funcionarios y directivos, el compañerismo y la satisfacción por el trabajo.
