Festinada con repiques y fanfarrias una propuesta de la Casa Blanca que en el papel laxaría las condiciones exigidas a los transportistas de carga mexicanos para ingresar a los Estados Unidos, destrabando un añejo conflicto bilateral, ahora resulta que el nuevo escenario es aún más rígido
Se diría, pues, que el remedio agrava la enfermedad, en lo que parece una finta más para alargar al infinito el compromiso de apertura previsto en la negociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte.
De hecho, la Cámara Nacional del Autotransporte de Carga ha solicitado al gobierno que ni siquiera se siente en la mesa de negociaciones, dado que para los asociados al organismo sería misión imposible remontar la cuesta.
De acuerdo a la pauta ofrecida por el Departamento del Transporte del vecino país con el visto bueno del Congreso, el sí para los camiones mexicanos llegaría tras cubrirse una inspección de seguridad, el cumplimiento de estándares de contaminación y revisión de antecedentes de los conductores.
Sin embargo, el segundo aspecto se plantea bajo estándares que resultan imposibles de cubrir. De hecho, la Agencia de Protección Ambiental de la nación de las barras y las estrellas ha diseñado un programa para reducir emisiones que difícilmente podría aprobar el parque vehicular mexicano, dada la diferencia de sus motores.
Sí, pues, pero no.
Se diría que una vez más, fiel a la presión del poderoso sindicato de transportistas, la Casa Blanca le juega a dejar a México como el villano de la película.
Yo ya cumplí. Quien le manda circular chatarra.
Lo grave del caso es que ante el anuncio de elasticidad de la contraparte, que según ello permitiría reanudar el programa piloto de un máximo de 250 vehículos para calibrar la operancia y la viabilidad de la apertura, suspendido unilateralmente por la Casa Blanca alegando que el Congreso le había negado la partida reclamada, la Secretaría de Economía se tragó completita la píldora.
Al día siguiente de la festinada actitud de la nación de allende el Bravo, el secretario Bruno Ferrari señaló que México no aumentaría la lista de artículos "castigados" con la imposición de un arancel o impuesto de importación en represalia por la suspensión del programa.
De acuerdo a las reglas del juego, nuestro país tendría derecho justo en este mes de enero de extender el número de mercancías con bola negra, en un escenario en que hasta hoy el golpe apenas le había causado un ligero rasguño a las exportaciones del "Tío Sam".
La lista original cobijaba productos de poco interés en nuestro país, como croquetas para perros y arbolitos de navidad artificiales.
Lo cierto es que antes de la suspensión unilateral del programa el calvario para las empresas transportistas nacionales era terrible.
Mientras México le abría las puertas sin restricción alguna a camiones del vecino país para cruzar libremente una larga larga franja fronteriza, del otro lado la consigna era tirar a matar.
De hecho, en los últimos cuatro años las autoridades estadounidenses habían triplicado las inspecciones a los transportistas mexicanos, por más que la restricción apuntaba a alcanzar sólo un radio de 20 kilómetros más allá de la frontera.
Las multas aplicadas a los 150 camiones que habían logrado salvar los obstáculos, ascendieron a un millón 212 mil dólares.
En total se realizaron 334 mil 718 revisiones, lo que equivaldría a 160% más de las realizadas a transportes canadienses.
Lo curioso del caso, por ejemplo, es que los transportistas del país de la hoja de arce cometieron más infracciones graves que los mexicanos. Por ejemplo, en el caso de ingestión de drogas o alcohol, se encontró culpabilidad en 53 choferes canadienses, contra dos mexicanos.
Lo cierto es que las largas de Estados Unidos, a contrapelo de un panel de solución de controversias que le dio la razón a México en su reclamo de incumplimiento del compromiso de apertura que debió llegar en 1995, un año después del arranque del TLCAN, a contrapelo de las represalias, a contrapelo de las tibias protestas del gobierno, se sustentan en la laxitud con que se aplican las leyes mexicanas y la falta de decisión de México para exigir reciprocidad.
Si desde un lado se permite a las firmas transportistas de Estados Unidos instalarse en el país, en contravención al artículo sexto de la Ley de Inversiones Extranjeras que reserva la actividad a nacionales, vía la constitución de fideicomisos neutros, por otro se le abrió la puerta a las firmas de mensajería, sin posibilidad en que las nuestras entren a ese país.
A lo mejor dentro de 100 años...
BALANCE GENERAL
Finalmente la Procuraduría General de la República está realizando los pasos para congelar las cuentas bancarias de la firma transportista de valores Tameme, acusada de aprovechar el río revuelto de la extinción súbita de Luz y Fuerza del Centro para desaparecer 430 millones de pesos de la nómina de sus trabajadores.
Estamos hablando de dos eventos, uno de 330 millones y otro de 100.
La empresa, de acuerdo a las pesquisas realizadas tras la denuncia colocada en la mesa por el Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE) en su carácter de liquidador de la paraestatal, está en quiebra técnica.
La compañía tiene 350 unidades blindadas y 300 vehículos de apoyo que se califican como chatarra.
De hecho, hace unos meses se quemó una de ellas con un millón de pesos en su panza, lo que motivó a una protesta del chofer, quien organizó un sindicato independiente denominado "Unión Sindical de Trabajadores de Seguros Tameme".
Los mil 500 trabajadores que se afiliaron fueron despedidos.
TACHE A CALDERÓN
Convocados por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias, un grupo de expertos le colocó una calificación reprobatoria con 5.6 a una iniciativa contra el lavado de dinero presentada al Congreso por el presidente Felipe Calderón.
Entre las partes negativas se señala que el documento se calcó de los planteados en otros países, a soslayo de las condiciones específicas de México.
Se olvida, pues, que el nuestro es un país dolarizado; que gran parte de la economía se desarrolla en la informalidad; que las casas de empeño podrían ser una vía para los ilícitos, además de las cajas de ahorro, y que otras de ellas podrían ser los partidos políticos y las iglesias.
SE CAYÓ KIMBERLY
A contrapelo de su tradicional inserción en el podium de las ganadoras, Kimberly Clark México cerró el tercer trimestre del año pasado con una caída de 6% en sus ganancias, pese a que sus ventas habían crecido en igual proporción.
El monto obtenido fue de 97 millones de dólares.
De acuerdo a la empresa encabezada por el eterno líder empresarial Claudio X. González, el problema fue un aumento en el precio de las materias primas y los altos costos de energía eléctrica.
APUESTA DE LA AMPI
La apuesta del flamante presidente de la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), Adán Larracilla Márquez, para rescatar la actividad, se centra en que el gobierno agilice el ejercicio de los presupuestos para obras públicas... de cara a las elecciones de 2012.
Como usted sabe, el sector de la construcción ha descendido en caída libre a partir del segundo semestre de 2008, calculándose que este año llegará la baja a 1.5%.
