Sueño. Carlos necesita de la ayuda de todos para cumplir su sueño de estudiar en la Preparatoria Venustiano Carranza.
En su silla de ruedas, Carlos siempre llega puntual al salón de clases. A consecuencia de una parálisis cerebral no puede mover sus piernas y sus manos están atrofiadas. Sin embargo, su discapacidad jamás le ha impedido llegar todos los días a la Secundaria General Número 3 de Torreón.
Carlos Medrano Vale tiene 15 años de edad y en unas cuantas semanas se graduará de la secundaria. Su sueño es ingresar a la Preparatoria Venustiano Carranza para continuar sus estudios.
Para Carlos no ha sido nada fácil ir a la escuela. Tiene un promedio de 7.5 pero para él es como si tuviera un diez: no puede extender la palma de sus manos y le cuesta mucho trabajo escribir las lecciones de los maestros y hacer sus tareas.
A pesar de su discapacidad jamás ha recibido una rehabilitación adecuada. Su madre muchas veces lo llevó -en camión- cargando en sus brazos al Centro de Rehabilitación Integral de Torreón, pero por falta de recursos económicos ya no pudo continuar su terapia.
En varias ocasiones su madre ha intentado inscribirlo en el Centro de Rehabilitación Infantil (CRI) de Gómez Palacio, pero su solicitud no ha sido aceptada.
Para ingresar a la preparatoria, Carlos necesita una silla eléctrica que le permita ir y regresar sin la ayuda de nadie. Dice que no le teme transitar entre los automóviles con tal de cumplir su sueño de convertirse en ingeniero en aeronáutica.
"Siempre habrá riesgos en todo pero hay que enfrentarlos", dice. Hasta ahora, su abuela o su madre lo llevan a la secundaria y sus compañeros se encargan de regresarlo a casa. Carlos puede soportar el intenso calor o frío mientras llega en su silla de ruedas a la escuela, pero cuando llueve definitivamente no puede asistir a clases.
"Me gustan mucho las matemáticas. Quiero salir adelante para darle una mejor vida a mi familia". Carlos dice que su discapacidad no es una justificación para tener un 7.5 de promedio, por eso se esforzará más en la preparatoria para mejorar sus calificaciones.
María Luisa Ordaz es maestra de Carlos y dice que es un ejemplo para todos sus compañeros de clase. "Ojalá que el CRI de Gómez lo acepte para que reciba rehabilitación y que alguien le pueda regalar la silla eléctrica".