"Todos los indicios muestran que Dios era un gran jugador, y el universo es un gran casino donde se arrojan dados y las ruedas de la ruleta giran en toda ocasión."
Stephen Hawking
Este primero de septiembre el Casino MonteLago de Henderson, Nevada, abrió un sports book, un centro de apuestas sobre deportes. La inauguración se realizó justo a tiempo para tener el lugar listo y operando para el inicio de actividades de la National Football League que tuvo lugar ayer, 8 de septiembre. Las apuestas deportivas se realizarán en la planta alta del casino que la empresa ya opera desde hace años.
Henderson es una ciudad de alrededor de 261 mil habitantes, la segunda en población del estado de Nevada, y está conurbada con Las Vegas, que cuenta con un millón 377 mil residentes. Como en todo el estado de Nevada, las apuestas son legales en Henderson. Los casinos son, de hecho, una fuente importante de empleo y prosperidad para los residentes. Los mayores problemas económicos de la ciudad se han registrado cuando, frente a la fuerte competencia, algún casino se ve obligado a cerrar sus puertas por no ser ya rentable.
Henderson es una ciudad muy pacífica. El hecho de que tenga casinos no ha generado ni crimen ni violencia. Según datos del FBI, cuenta con un índice de 2.34 homicidios por cada 100 mil habitantes al año. La cifra no sólo es inferior a los 5 que registra Estados Unidos como país, sino bastante más baja que muchas ciudades sin casinos, como Detroit, Michigan, que registra el mayor nivel de homicidios en el país, 19.67 por cada 100 mil habitantes, o Memphis, Tennessee, que tiene 18.06.
Puede argumentarse que éstas son ciudades grandes y que no pueden compararse con una comunidad pequeña como Henderson. Quizá. Pero Stockton, California, donde los casinos están prohibidos, tiene 291 mil habitantes y una cifra de 12.67 homicidios por cada 100 mil habitantes. La propia Las Vegas, con un millón 377 mil habitantes, registra una tasa alta de homicidios, de 9.47 por cada 100 mil habitantes, pero bastante inferior a la de muchas ciudades estadounidenses del mismo tamaño donde el juego no es legal.
No hay ninguna indicación de que la presencia de casinos genere por sí sola violencia o corrupción. No sólo está ahí para demostrarlo el caso de Henderson, sino los de muchos otros lugares del país que tienen casinos, como Las Vegas, en California, y otras reservaciones indígenas. Montecarlo, la capital del principado de Mónaco, es famosa por su casino; pero igualmente podría serlo por su casi total ausencia de crimen.
La actual violencia en Monterrey no es producto de los casinos: se trata más bien de un fenómeno que se ha expandido por el país conforme los grupos que quieren controlar el comercio de unas sustancias prohibidas -las drogas- se disputan el territorio nacional y las rutas de exportación. Tampoco deben ser los casinos, necesariamente, fuente de corrupción, como lo han sido en Monterrey. Esto es producto de una legislación que, en lugar de establecer reglas universales y sencillas para permitir estos centros de diversión, vuelve el sistema tortuoso y discrecional.
La ciudad de Henderson, por lo pronto, mantiene una política de fomentar la operación de los casinos. La expansión del Casino MonteLago para incluir un sports book es una buena noticia para ese pueblo porque significa más inversión, empleo e impuestos. La ventaja de tener apertura y reglas claras es que el juego, en lugar de ser origen de violencia y corrupción, se convierte en fuente de prosperidad... ciertamente mayor que la que se puede obtener de la venta de quesos de Oaxaca.
DESACELERACIÓN
De 5.5 en 2010 estamos pasando a un crecimiento de 3.8 o 3.9 por ciento en 2011. Para 2013, advierte la calificadora Moody's, el crecimiento podría verse reducido a sólo 2.5 a 3 por ciento. Hoy más que nunca es urgente hacer las reformas estructurales que aumentarían el crecimiento natural de la economía mexicana. No podremos eliminar la pobreza en un período razonable si mantenemos este débil ritmo de crecimiento. El propósito de las reformas es liberar el potencial económico de México.