Casinos. La Segob dejó perder juicios que abrieron la puerta para que Atracciones y Emociones Vallarta pudiera operar centros de apuestas considerados previamente ilegales, entre ellos, Casino Royale.
La Secretaría de Gobernación dejó perder juicios -al no sustentar ni argumentar con solidez actos de autoridad- que abrieron la puerta para que Atracciones y Emociones Vallarta pudiera operar, con la protección de la justicia federal, centros de apuestas considerados previamente ilegales, entre ellos, el Casino Royale. El operador de esas derrotas fue Roberto Correa. Además de Correa, hay 5 funcionarios de Gobernación que participaron en el proceso legal emprendido por el abogado y director de Atracciones y Emociones Vallarta, Héctor Curzio, para derrotar al gobierno mexicano pese a tener el permiso revocado en 2003.
La Dirección de Juegos y Sorteos, a cargo de Correa, no informó al juez Armando Jerezano, en Torreón, que la empresa no tenía permiso ni argumentó a cabalidad el acto de autoridad para rechazar la solicitud de la empresa para instalar 41 centros de apuestas. Así, el juez cuarto de Distrito en La Laguna amparó a la empresa y, tras un severo regaño a Gobernación, revocó la decisión de Juegos y Sorteos de no dar la extensión para instalar los 41 centros. El juez le ordenó elaborar un nuevo oficio mediante el cual otorgaba la ampliación para las 41 casas de apuestas.
La dependencia nunca solicitó la revisión del fallo. Al día siguiente que se publicó el permiso por orden del juez, Correa renunció al cargo. "Nadie dijo nada de que el permiso estaba revocado desde 2003... misteriosamente esa información, entre 2003 y 2005, se perdió", apunta un exfuncionario del alto nivel de la Segob.
Según la sentencia del juicio de amparo 99/2008, Gobernación firmó a favor de la empresa, el 20 de febrero de 2006, el oficio DGAJS/ 0099/2006 y el 27 de junio de 2006 el DGAJS/ SCEVF/0353/ 2006, pese a que tenía revocado el permiso. El primero de estos oficios era para que la empresa operara cinco permisos adicionales a los cuatro con que comenzó y en el segundo se autoriza a que en sus establecimientos hubiera sorteos de números (bingos) y apuestas remotas (deportes, llamados "books").
Los oficios fueron firmados por Héctor Gómez Barrera y Jorge Fortunato Farías, quienes fungían en cada fecha al frente de la Dirección General Adjunta de Juegos y Sorteos de Gobernación. Tras asumir el cargo, Correa desconoció esos oficios.
Es el 13 de febrero de 2008, cuando Correa envía a Atracciones y Emociones Vallarta el oficio DGAJS/SCEV/0104/2008, mediante el cual da contestación a un escrito presentado por la empresa el 6 de septiembre de 2006 (17 meses después) en el sentido de no otorgar una ampliación al permiso para operar 41 centros de apuestas, pero no hace argumentación legal sólida de la negativa. Con ello, entre los argumentos que utilizó el abogado Curzio López para lograr la protección del Poder Judicial Federal y obtener el permiso para 41 establecimientos, fueron los oficios firmados por Gómez Barrera y Farías -los cuales entraron en un proceso de peritaje para autentificarlos-, así como los oficios para que los inspectores Ladislao Jaime Aguilar Mimila, Omar García Gálvez y Miguel Ángel Herrera García clausuraran las casas de apuestas citadas.
Al dictar sentencia a favor de la empresa, el juez Luis Armando Jerezano Treviño hizo notar que la Dirección de Juegos y Sorteos negó la ampliación de permisos con el argumento que esa figura no está prevista en la ley del ramo, a lo que el juzgador consideró: "La resolución que se emita en ese sentido por la autoridad administrativa competente para ello, con la finalidad de respetar los principios de debido proceso y de seguridad jurídica, no debe ser en forma arbitraria o anárquica, sino debe ser congruente con los lineamientos que se han establecido generalmente en los demás asuntos".