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Castidad ¿inconcebible?

SEXUALIDAD

Castidad ¿inconcebible?

Castidad ¿inconcebible?

Psicólogo Sexólogo Silvestre Faya

En estos días es común que las personas sostengan relaciones sexuales antes de contraer matrimonio. Pero también existe un sector de la población que elige libremente no tener sexo hasta llegar al matrimonio, lo cual es cada vez más frecuente. ¿A qué se debe esto?

Mucha gente cree que hablar de castidad es cosa del pasado, un tema añejo que ya no existe en nuestros días. Les resulta inconcebible pensar que hoy en día pueda haber parejas que no compartan la cama. Sin embargo, tomar la decisión de llevar un noviazgo sin mantener relaciones sexuales es una realidad que se ha vuelto habitual. Y no se debe necesariamente al miedo a contraer una enfermedad venérea, ni tampoco a enfrentar un embarazo no planeado. No. Es una alternativa que algunos escogen para disfrutarse sin vivir la intimidad sexual.

La vida de pareja para ellos tiene un ritmo pausado, no acelerado. Consideran que existe un tiempo para todo y que ya llegará el momento de vivir a plenitud su sexualidad en la intimidad.

Estos hombres y mujeres escogen la abstinencia sexual pues buscan conocerse a fondo para definir cuándo y en qué momento iniciar la vida erótica en común, ya sea durante el matrimonio o de manera eventual.

Mantenerse casto no es causa de daño alguno, siempre y cuando la decisión sea libre, ajena a represiones, castigos mentales o físicos.

¿PASADA DE MODA? ¡NO!

Esperar hasta el matrimonio para gozar sexualmente a la ‘media naranja’ no está pasado de moda, al contrario, es una conducta muy vigente.

Cada ser humano proviene de un entorno en donde se aprueban o no ciertas formas de conducta. Existen familias reactivas a lo que ocurre a su alrededor, reaccionan con fuerza ante los hechos que consideran desagradables o agresivos. Tenemos también a las familias proactivas, es decir aquellas que cuentan con una estructura para buscar soluciones alternativas a los problemas. Quienes provienen de las primeras comúnmente responden sin control ante su impulso sexual, dejándose llevar por el placer, a menudo sin medir las consecuencias. En cambio, los procedentes de familias proactivas manejan un código moral que de antemano los previene cuando ese hace su presencia. Y esto es válido tanto en adolescentes como en adultos.

Es incuestionable la influencia familiar en la actitud sexual, así como la que ejercen las otras personas con quienes se convive y de las cuales se busca aprobación.

Cada sujeto vive un proceso de construcción de personalidad a lo largo de su existencia. Hay quienes encuentran en la castidad una manera responsable de llevar una relación. No tratan de correr cuando apenas empiezan a caminar y no quieren comprometerse formalmente con alguien equivocado por acelerarse en la búsqueda de las emociones ligadas al erotismo. Así, deciden postergar lo físico, mas no eliminarlo. Tan sólo se enfocan en que el vínculo emocional les ofrezca más en función al tiempo compartido.

Al evitar el contacto sexual como modo más expresivo de su amor, se dan la oportunidad de disfrutar la mutua compañía, hacer planes para el porvenir, y esperar positivamente el avance de su relación. Otra ventaja adicional a esperar para consumar la vida erótica es conocer más a fondo a la contraparte, sin riesgos de llevarse sorpresas desagradables, por ejemplo adquirir enfermedades venéreas o malograr un plan de vida al enfrentarse a una paternidad no planeada o un aborto.

¿ABSTINENCIA TRAS VIVIR EN PAREJA?

Es importante subrayar que la abstinencia sexual no es exclusiva de quienes nunca han tenido encuentros coitales. También se ve en personas cuya vida íntima había sido activa, incluso con varias parejas, pero que al encontrar una nueva relación optan por el romanticismo en lugar del erotismo. Eligen prescindir -al menos temporalmente- de una vida carnal con este nuevo compañero para no caer en errores del pasado, donde se brincaba de cama en cama antes de profundizar en los sentimientos.

La decisión de reservarse sexualmente no significa que los besos, las caricias y la compañía del ser amado no se gocen, sino que cada situación física o no, cada minuto compartido, es una oportunidad irrepetible para disfrutarlo juntos.

¿QUIÉNES LA ELIGEN?

La castidad es una excelente opción para aquellos que buscan consolidar un proyecto de vida a largo plazo y no solamente vivir el momento. También es una buena alternativa para quienes han experimentado o atestiguado el fracaso de relaciones sentimentales que se cimentaron más en los impulsos sexuales.

Esperar para conseguir la maduración del proyecto de pareja brinda a ambos integrantes una mayor seguridad y conocimiento de cada uno. La vida erótica futura puede llegar a ser tan satisfactoria como ambos se comprometan en ella.

La abstinencia se recomienda ampliamente a quienes no están dispuestos a responder a cualquiera de las consecuencias naturales de tener una vida sexual activa. Por el contrario, no es una alternativa propia para los individuos que sienten tal urgencia que no pueden o no quieren esperar, ni para aquellos que desean conocer eróticamente a varias personas sin tener un compromiso formal.

SI ELIGE LA CASTIDAD, ANALICE ESTO

Si es su libre elección no involucrarse de manera carnal con su pareja, tal vez ni siquiera mediante caricias atrevidas, su determinación se verá respaldada por una gran satisfacción. Usted se sentirá bien consigo mismo y con su novio o novia.

En cambio, si la privación del placer físico obedece a una represión de los impulsos o al miedo al fracaso, lo más probable es que su actitud encubra un temor inculcado y por lo tanto le provoque un conflicto interior.

Como ya mencionamos, la ausencia de vida erótica no ocasiona daño físico ni mental. A diario los seres humanos tomamos múltiples decisiones, y los enamorados pueden replantear sus planes. Si dos personas tienen proyectada una fecha para mudarse juntas o contraer matrimonio, o simplemente dar inicio al aspecto físico de su relación, el día y la hora pueden ser modificados en función a la voluntad de ambos y a las circunstancias.

¿Se puede vivir plenamente sin tener sexo? ¡Claro que sí! La reflexión se centra en lo que verdaderamente haga feliz a cada pareja en particular. Hombres y mujeres pueden elegir vivir aquí y ahora su vida íntima incluyendo el coito o postergarlo para cuando lo consideren más oportuno. El camino a seguir está en sus manos.

www.sexologosilvestrefaya@hotmail.com

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