Seguimiento. La ceniza se consigue quemando las palmas usadas el año pasado en la Procesión de los Ramos.
Durango
Con el Miércoles de Ceniza, la comunidad católica de la Arquidiócesis de Durango da inicio a la Cuaresma como tiempo de oración, penitencia y ayuno.
El secretario canciller, José de la Luz Guerrero Haro, indicó que son cuarenta días que ofrece la Iglesia para que, al escuchar la Palabra de Dios, los cristianos den un paso más en el proceso de conversión.
Explicó que la ceniza se consigue quemando las palmas usadas el año pasado en la Procesión de los Ramos, al recordar que lo que fue signo de gloria pronto se reduce a nada; "debemos quemar el hombre viejo y dar lugar al hombre nuevo".
Además, con esto se recuerda que algún día llegará la muerte y que nuestro cuerpo se va a convertir en polvo de la tierra; pero todo el bien hecho se conserva en la eternidad.
"La oración en el tiempo cuaresmal nos ayuda a estar más cerca de Dios para poder convertirnos a Él, y para cambiar nuestro interior. Este día se escucha el Evangelio de San Mateo en que el Señor Jesús invita a entregarnos a una oración sincera pero alejada de la presunción", expresó.
AYUNO
La Iglesia refiere que el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo son días de ayuno (a partir de los 18 hasta los 59 años) y abstinencia (la cual obliga desde los 14 años).
El ayuno consiste en hacer una sola comida fuerte al día y la abstinencia es no comer carnes rojas. Este es un modo de pedirle perdón a Dios por haberlo ofendido con el pecado y expresarle el deseo de cambiar de estilo de vida, y en adelante agradarlo siempre.
El Miércoles de Ceniza se abre un camino espiritual sobresaliente para todo cristiano que quiere prepararse dignamente a la celebración del Misterio Pascual de Cristo.
