Terrorismo. El presidente ruso Dmitry Medvedev, reconoce que no se puede escatimar después del atentado en el aeropuerto de Moscú.
Una ola de amenazas de bombas falsas azota la capital rusa y pone en jaque a las fuerzas de seguridad a menos de una semana de la matanza perpetrada por un terrorista suicida en el aeropuerto internacional moscovita de Domodedovo.
Por segundo día consecutivo, la Policía tuvo ayer que evacuar el centro comercial Vegas, situado en el kilómetro 24 de la carretera de circunvalación de Moscú, después de que fuera hallada una nota advirtiendo de que se producirá una explosión en el recinto.
Amenazas similares, ninguna de las cuales se confirmó, fueron encontradas el sábado en dos de los tres grandes centros comerciales moscovitas MEGA, que albergan más de 250 establecimientos.
La evacuación del público y el personal de los comercios causó enormes atascos de tráfico y, según la versión digital del periódico "Komsomólskaya Pravda", llegaron a verse escenas de pánico.