Centro de innovación
No ha sido la política sino la tecnología la que ha rescatado a millones de personas en el mundo de la pobreza y la enfermedad. Los avances en las comunicaciones y el transporte han permitido una expansión del comercio global y han generado mayor actividad económica. El desarrollo de la Medicina ha permitido curar enfermedades que antes mataban de manera ineludible. La tecnología de alimentos, y en los últimos años el desarrollo de los cultivos transgénicos, han hecho posible nutrir a una población creciente sin ampliar la extensión de terrenos dedicados a la agricultura.
La tecnología, sin embargo, no surge por azar. Es producto de la conjunción de una serie de factores complejos. Hay una razón muy importante para explicar por qué la mayor parte de los avances tecnológicos de la humanidad están surgiendo en Estados Unidos. Es la misma por la que la mayoría de los ganadores del premio Nobel en disciplinas científicas proceden de los Estados Unidos o trabajan en universidades de ese país. Ahí se premia la innovación mientras que en otros lugares del mundo, entre ellos México, se castiga.
Steve Jobs no fue un fenómeno aislado. Desde la década de 1970 el norte de California ha sido el centro de desarrollo tecnológico más importante del mundo, especialmente en el campo de la informática y las telecomunicaciones pero también en el de la biotecnología. Ahí Bill Gates fundó Microsoft y Larry Page y Sergey Brin crearon Google. Ese mismo lugar fue la cuna de Apple.
Son varios los factores que han coincido para hacer del norte de California, y en especial la zona alrededor de San Francisco, un gran centro de innovación tecnológica, quizá el más importante del mundo. Una de las razones es la concentración de universidades y de talento, tanto tecnológico como empresarial. Otra es la cultura de innovación, producto en parte de la informalidad con la que se vive habitualmente en ese lugar. El hecho de que se acepte la aportación creativa de los empresarios, que se rechaza en muchos lugares, es muy importante también. Sin embargo, quizá el elemento más significativo es que se respira un aire de libertad.
Se necesitan muchos factores para generar un ambiente de creatividad tecnológica y empresarial. Por eso en México no hemos logrado construir centros de innovación. En nuestro país no sólo falta educación, que finalmente es algo que se puede construir, sino el ambiente de libertad y creatividad. Con razón los mexicanos seguimos importando tecnología y nos vemos incapacitados para generar las empresas flexibles características del norte de California.
A veces no nos damos cuenta del costo que nuestro país paga por las limitaciones que se le imponen a la libertad de empresa y a la innovación. Una de las razones por las que sufrimos tanta pobreza es porque siempre esperamos que el gobierno tome todas las decisiones y restrinja la libre actividad de las personas. Y en este ambiente no puede haber ni creatividad ni innovación.
Twitter: @sergiosarmient4