Por mucho tiempo, los retretes han permanecido atras de la biblioteca.
El paseo en teleférico es la novedad para las familias duranguenses así como para quienes vienen a visitar la ciudad; cuenta con unas modernas y todavía conservadas instalaciones, tanto en el acceso del Cerro de los Remedios, como en el de El Calvario, aunque en esta última parada basta dar unos pasos para decepcionarse de la vista.
Y es que las nuevas instalaciones que fueron construidas en torno al teleférico lucen muy bien, según lo afirman quienes acuden a dar un paseo por el lugar; sin embargo, en El Calvario, al caminar hacia la biblioteca, la perspectiva cambia.
El área no es fea, comenta Gabriela Torres, estudiante que acostumbra acudir a dicha área, quien señala que lo que da mal aspecto es el graffiti, la basura y el descuido del lugar.
La zona tiene muros, jardineras y escalinatas de roca y cantera, además de un toque colonial en las contrucciones aledañas, pero los vagos se han encargado de "decorarla", con pintas de mal aspecto, además de destruir de paso algunas bancas.
"En lugar de sentarse, suben los pies o se acuestan en las bancas, se adueñan del lugar para escupir, fumar y hacer vagancias y uno ni siquiera puede pasar con los niños", dice Guadalupe Román.
"CEMENTERIO DE BAÑOS" En recorrido de El Siglo de Durango por el lugar, se pudo observar, e incluso fotografiar, cómo justo atrás del edificio de la Biblioteca Central se ubica un "cementerio de retretes" y otro tipo de desechos, junto a unos tambos viejos y oxidados, que aparentemente se emplean como contenedores de basura.
Hace más de dos años, la Dirección Municipal de Seguridad Pública formó un grupo especial de la Policía Preventiva para que atacara el graffiti.
No obstante, pasó el tiempo y la problemática persiste, a pesar de que se realizaron acciones, como sancionar a los comerciantes que vendieran pinturas en aerosol a los menores de edad.
Una muestra de ello es el muro que se encuentra a un costado del Cerro del Calvario, que más parece un lienzo de arte abstracto, exhibido para los paseantes del teleférico de Durango.
Las autoridades refieren que la mayoría de las personas que incurren en este delito que llega a costar millones de pesos, en el proceso de rehabilitación, ni siquiera han cumplido los 18 años.
Entre tanto, un conjunto que podría ser atractivo (teleférico y pasillos de la biblioteca) no es aprovechado como se debiera.
Buenos propósitos
Años atrás las autoridades municipales anunciaron medidas rigurosas para abatir el graffiti vandálico.
A todos les llega
En la actualidad, son pocos los inmuebles públicos que no han sido afectados por este problema, incluso en donde hay Simmon.
Hay contraste
La buena presentación de las instalaciones del teleférico contrastan con lo olvidado de la Biblioteca Central.