Chávez impulsa a su vicepresidente
Micrófono en mano, el vicepresidente tuvo para sí el centro del escenario y la oportunidad de brillar con luz propia al reemplazar a Hugo Chávez en un acto para darle la bienvenida a cientos de atletas a una competencia deportiva.
Pero su voz retumbó en el estadio de béisbol, tartamudeó varias veces y le costó pronunciar palabras como "República Dominicana", "pueblo venezolano" y "bienvenidos".
El robusto vicepresidente sonrió tímidamente mientras trastabillaba con su discurso y posteriormente fue ridiculizado por la oposición. El popular humorista Luis Chataing, por ejemplo, comenzó a imitarlo en su programa matutino de una radio local y a repetir algunas de las palabras que de manera errada dijo el vicepresidente en el acto deportivo.
Fue un triste debut para Elías Jaua, el político de 42 años en quien el día anterior Chávez había delegado buena parte de sus funciones como presidente para someterse a un tratamiento de un cáncer.
Jaua no ha dicho por qué tropezó tanto con el inocente discurso de bienvenida. En otras apariciones en público se mostró aplomado y habló con claridad y convicción. Pero algunos opositores aprovecharon el episodio para decir que su infausta aparición revelaba que no está preparado para asumir un eventual liderazgo en el país.
El diputado opositor Juan José Caldera afirmó que el incidente demostró que Jaua es una persona sin "ningún tipo de brillo" que "dista mucho" de la figura de un vicepresidente.
Jaua es un ejemplo típico de militante leal de los que le gusta rodearse a Chávez: fiel y discreto, aunque carente de todo carisma y sin la verborragia del presidente. Lo que más le gusta a Chávez de él es su lealtad inquebrantable, puesta a prueba a lo largo de varios años y desde distintos puestos ministeriales.
HUGO CHÁVEZ
Presidente de Venezuela