Julito, de 25 años, tenía dos victorias al hilo bajo las instrucciones del entrenador estadounidense Freddie Roach, mejor conocido por ser el preparador del filipino Manny Pacquiao. (AP)
El legado Chávez brilla por luz propia. Julio César Chávez júnior lo demostró. Un nuevo campeón en la familia, el primero en los medianos entre los nacidos en México y el sexto monarca mundial azteca en la actualidad en el Consejo Mundial de Boxeo (CMB).
"Julito" (43-0-1, 30 KO) venció por decisión mayoritaria, 114-114, 115-113 y 116-112, al alemán Sebastian Zbik (30-1, 10 KO). El cinturón de campeón mundial de peso medio ya está en su cintura.
Contra las críticas de su verdadero boxeo y el peso de ser el hijo de la máxima leyenda del boxeo mexicano, Chávez Carrasco venció al alemán Zbik en combate disputado en el Staples Center, en pleno corazón de Los Ángeles.
La historia se repite. Fue en esta misma ciudad estadounidense donde su papá logró su primer cetro de campeón absoluto un 13 de septiembre de 1984. Ayer, los latinos angelinos fueron testigos de una nueva hazaña de la dinastía Chávez. Lo imploraron. Lo enaltecieron. Chávez júnior les respondió con el triunfo, uno que siempre había anhelado.
"Sentí que la pelea fue muy pareja y por eso salí con todo en el último round para llevarme la victoria. Zbik tiene una gran guardia, es un gran peleador, pero yo dije que vendría acá para ganar el título por México. El triunfo es para mi país", dijo el nuevo monarca.
Bastó que aparecieran las imágenes de Julio César, el padre, para generar un incontrolable bullicio en el Staples Center. Se le recuerda, se le quiere, por eso ahora están con el hijo. Julio César Chávez fue el que escoltó al júnior y éste lo siguió con los puños en su espalda.
La pelea inició con un intercambio de golpes de ambos sin alguien que tomara la ventaja. Para el segundo asalto inició Zbik con sólidos impactos al rostro del mexicano, Chávez soportó todos los ataques sin mostrar flaqueza. El alemán se quejó de un golpe bajo la cintura.
