El Chepo ha repetido en el Tricolor la fórmula que le dio dos títulos de Liga con Toluca.
José Manuel de la Torre es un seductor. Unos cuantos entrenamientos y dos partidos le bastaron para conseguir lo que otros directores técnicos nacionales jamás lograron: que los seleccionados se enamoren de su estilo de juego.
El Chepo ha repetido en el Tricolor la fórmula que le dio dos títulos de Liga con Toluca: orden defensivo, posesión de pelota, velocidad en las bandas y sacrificio por parte de los 11 futbolistas.
La eficacia que presumía con los Diablos Rojos luce remasterizada en el equipo nacional, cuyos integrantes se sienten cómodos bajo las órdenes del joven estratega. “Yo conozco un poquito, pero muchos están entrando a la idea que él tiene”, comparte Carlos Salcido, quien fue dirigido por De la Torre en el Guadalajara hace casi cinco años. “Le está empezando a dar el toquecito y ojalá que las cosas sigan bien. Nos agrada esta manera de jugar”.
Los primeros 45 minutos del cotejo del sábado frente a Paraguay fueron la muestra de la conexión que hay entre el timonel y los jugadores que están convencidos de que avanzan con pasos firmes hacia un proceso sólido, en el que se deben romper los barrotes que tienen prisionero al futbol mexicano desde hace algunas décadas.