Agresión. Un manifestante lanza una piedra a las fuerzas de seguridad mientras uno de ellos le apunta con una pistola (izquierda).
Soldados invadieron un campamento de protesta contra el gobierno militar frente al edificio del gabinete egipcio, golpeando a mujeres con garrotes y lanzando pedazos de concreto y vidrio contra manifestantes desde el techo del parlamento, en un nuevo brote de violencia apenas un día después de que millones votasen en los comicios legislativos.
Al menos tres manifestantes fueron muertos a tiros en los choques, según un activista que dijo haber visto los cadáveres. El fuerte asalto militar fue un intento por dispersar a los manifestantes que han estado acampados frente al edificio durante tres semanas en demanda de que los militares dejen el poder.
Pero el caos -que se produjo pese a promesas del primer ministro nombrado por el ejército de que nadie trataría de dispersar la protesta por la fuerza- amenazó con desatar una nueva ola de violencia, luego de choques entre manifestantes y fuerzas de seguridad en noviembre que causaron más de 40 muertos.
Varias mujeres que participaron en la movilización se encogieron en el pavimento mientras policías militares las golpeaban con porras y garrotes. Otra mujer fue arrastrada por el cabello por soldados.
Agentes de seguridad uniformados y vestidos de paisano lanzaron pedazos de concreto y piedras contra los manifestantes desde el techo del edificio parlamentario, según se pudo ver en imágenes de la televisión estatal y videos y fotografías colocados por manifestantes en portales sociales en la Internet.
Manifestantes lanzaron bombas incendiarias y piedras contra agentes de seguridad, mientras coreaban "¡Abajo los militares!".
"Es irónico que los militares le estén lanzando piedras a los manifestantes desde el techo del parlamento, donde hay un cartel que dice que la democracia es el poder del pueblo", dijo el manifestante Mostafa Sheshtawy.
Horas después del anochecer, las muchedumbres de manifestantes habían aumentado y los choques proseguían, con jóvenes parapetados detrás de una barrera improvisada con placas de metal y un automóvil volteado lanzándole piedras a la Policía militar desplegada en la avenida frente al parlamento y el gabinete.
Los enfrentamientos estallaron cuando los manifestantes estaban acampados frente a la sede del gabinete para reclamar que los generales que gobiernan el país transfieran el poder de inmediato a una autoridad civil. La sentada fue la tercera en una semana.
En su cuenta en Twitter, el líder reformista y Premio Nobel de la Paz Mohamed ElBaradei condenó la violencia.
"Si la sentada violó la ley, ¿no son la crueldad y la brutalidad usadas para romperla una mayor violación de todas las leyes de derechos humanos? Así no se conduce un país", escribió.
En una declaración leída por la televisión estatal, el gobierno militar dijo que sus fuerzas no intentaron impedir la protesta y que los efectivos actuaron de manera moderada, y negó que hubieran recurrido a las armas. Dijo que los choques comenzaron cuando un oficial de guardia fue atacado y los manifestantes trataron de ingresar al parlamento.
Pero testigos dijeron que los choques comenzaron avanzada la noche del jueves, cuando los soldados irrumpieron en el campamento e incendiaron carpas. A un joven lo introdujeron en el edificio del parlamento y le propinaron una golpiza, según testigos.
Represión en Siria deja al menos 11 muertos
Al menos once personas, entre ellas dos menores y una mujer, murieron por disparos del ejército y de las fuerzas de seguridad en distintas provincias de Siria, que vivió un nuevo viernes de protestas, según los Comités de Coordinación Local.
El grupo opositor detalló que seis personas fallecieron en la provincia central de Homs, tres en Deraa (sur), una en Rif Damasco y otra en Hama (centro).
Los Comités, que identificaron a los dos menores muertos, de 14 y 17 años respectivamente, explicaron que perdieron la vida en Yassim, en la provincia de Deraa y en Hameh, en las proximidades de la capital. Mientras, tras el rezo musulmán del mediodía, más de 200 mil manifestantes salieron ayer a las calles de Homs, capital de la provincia del mismo nombre, para pedir el ajusticiamiento del presidente Bashar al Assad, informó el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.