De paseo. Cientos de ciclistas participan en el paseo desnudo en bicicleta que se realizó en la avenida Paseo de la Reforma.
Con el grito de "¡abajo la ropa y arriba la bici!" inició el recorrido de docenas de ciclistas, quienes desnudos transitaron ayer por las principales vialidades de la ciudad.
Fueron jóvenes, señores y señoras quienes se reunieron desde las 9:00 horas en Paseo de la Reforma para participar en la sexta Marcha Mundial Ciclista al Desnudo. Algunos decidieron ir sin ninguna prenda, otros prefirieron adornar sus cuerpos con pintura y consignas que apoyaran su causa: "Este es mi vehículo", "Ponte bien buena... usa bici", "(Conductor) no me mates", fueron algunas de las frases que pintaron en sus torsos y piernas.
Bajo el intenso rayo del sol recorrieron Reforma, Juárez, 5 de Mayo, Pino Suárez y Durango hasta llegar a la plaza Río de Janeiro en la colonia Roma, mientras repetían en coro: "Nuestra vida va primero que tu prisa", "Bici sí, autos no".
La mayoría iba en bicicleta, otros, en patines e incluso una corriendo sorprendió a la gente que la vio pasar para alcanzar al contingente, sobre todo cuando atravesó la plancha del Zócalo.
Esta fue la segunda ocasión que David participó en esta marcha, su motivación proviene de que en una ocasión fue aventado por un carro, por lo cual permaneció un mes en incapacidad.
"Al principio me daba miedo, ahora ya me acostumbré. Yo no pago pasaje, me voy a todos lados en la bici", señaló. Él espera que este tipo de protestas puedan lograr un cambio, o mínimo generen mayor conciencia entre los conductores y peatones.
"No hay cultura de respeto hacia los ciclistas y generalmente nos avientan el coche, el microbús o el taxi, una manera de que nos vean es saliendo sin ropa a la calle", señaló Yolo, quien considera que para un habitante de la ciudad aún es complicado andar en bicicleta, "haces más tiempo porque te vas por otra ruta para no escoger vías principales. Las ciclopistas son una buena opción si están bien construidas porque la de Reforma termina en Bellas Artes y ya no podemos ir más allá", dijo.
Para Juan José Tron, uno de los organizadores del evento, "los ciclistas con ropa o sin ropa estamos desnudos ante los automóviles", por lo que han continuado con estas protestas.
El punto final de su recorrido fue la plaza Río de Janeiro, donde algunos decidieron refrescarse metiéndose a la fuente de la réplica de la estatua del David, de Miguel Ángel.
Otros ciclistas prefirieron tomarse fotos con quienes iban pasando para mantener vivo el recuerdo del día que desnudos atravesaron la ciudad.
