Nada puntual llegó Jorge Herrera Caldera a presentar su plan de gobierno para La Laguna duranguense el pasado domingo. Tampoco incluyó en este plan ninguna de las demandas puntuales...
...que le hicieron organizaciones ciudadanas, artistas y promotores culturales para abatir el rezago en espacios y recintos culturales a pesar de haberse comprometido a impulsarlos tanto en campaña como en otros encuentros ya como gobernante.
¿Acaso debemos esperar otros seis años y ya veremos cómo nos va con el próximo?
El presente es ahora, aplazar estas demandas es llegar al límite de lo absurdo si es que lo tiene.
Las razones son sólidas y los argumentos convincentes: han pasado ya seis gobiernos estatales sin una inversión significativa en este sector, la inequidad es obvia frente a lo realizado en la ciudad capital, el ejemplo contrastante tan cercano de Torreón, y la contribución inobjetable y reconocida internacionalmente que permitió reducir notablemente la inseguridad en Medellín, Colombia.
Otra vez escuchamos de un gobernador que "La Laguna es inspiración y compromiso" que "somos admirables por vencer las adversidades" y otras frases que nos dan atole con el dedo, incluso reconoció que "por los votos, primero La Laguna".
No parecen congruentes estas afirmaciones, acaso somos ciegos y sordos o amnésicos o...
Es de exigirse que tengamos mejores entornos, que recuperemos el dinamismo de antaño, que la descentralización sea real.
Exhorto a la ciudadanía, particularmente a la Iniciativa Privada, a no privarnos de iniciativa, merecemos ciudades equilibradas, armónicas, con museos, teatros y escuelas de arte.
¿Si no es ahora, entonces cuándo? Tenemos un pasado histórico del cual sentirnos orgullosos, y el mejor recurso, nuestra dignidad, no la debemos perder.