Un grupo armado irrumpió en una iglesia evangélica para asaltar a los feligreses, despojarlos de sus llaves de autos y robar los diezmos. Uno de los pastores que presenciaron los hechos lamentó que el crimen organizado haya determinado romper con el respeto a los templos.
El Obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Alfonso Cortés Contreras, condenó los hechos y exigió a la delincuencia organizada respeto por los centros religiosos y para quienes acuden a orar porque son lugares sagrados.
El prelado denunció que en algunas iglesias del oriente de Morelos los sacerdotes han recibido llamadas telefónicas de presuntas organizaciones criminales donde les exigen cierta cantidad de dinero, pero hasta ahora no ha pasado de los amagos.
El asalto a la iglesia bautista fue registrado por la Secretaría de Seguridad Pública del estado (SSP) a las 20:50 horas del lunes, cuando una llamada telefónica al Centro de Control, Comando, Comunicaciones y Cómputo (C-4) dio cuenta del ingreso violento de cuatro sujetos encapuchados y vestidos de negro a la Iglesia Bautista Monte Abarin, situado al norte de esta ciudad.
Una vez en el interior los delincuentes cerraron la puerta y actuaron con tranquilidad ya que los vidrios que tiene el templo son polarizados para evitar que los estudios bíblicos estén a la vista del público.
Elementos de la Policía Preventiva acudieron al sitio y un hombre identificado como Adán "N" narró la forma en que ingresó el comando armado y despojó a los asistentes de sus pertenencias. Luego huyeron a bordo de una camioneta de reciente modelo.
Uno de los pastores de la iglesia dijo que no hubo lesionados y confirmó que las reuniones seguirán de manera normal.
"Lamentablemente no respetan, ahora sí que la inseguridad ataca a quien sea y lamentablemente cayó aquí pero es lo único que les puedo decir, ya no respetan a nadie", dijo el pastor.
Dos muertos
Por otra parte dos cuerpos sin vida fueron encontrados en el interior de un auto abandonado en un terreno baldío de la colonia Ampliación Casasano de Cuautla, al oriente del estado. Los cuerpos sin vida tenían heridas en la cabeza por disparos de arma de fuego.
La Procuraduría General de Justicia informó que la edad aproximada de las víctimas es de 30 y 40 años. Los cuerpos estaban en un auto compacto el cual tenía las puertas delanteras y la cajuela abierta. Uno de los cuerpos vestía chamarra negra, playera blanca, pantalón de vestir azul marino con rayas blancas, calcetines negros con azul y zapatos negros.
El segundo cadáver portaba como vestimenta chamarra blanca, playera roja y short gris.