Un grupo armado irrumpió en una iglesia evangélica para asaltar a los feligreses, despojarlos de sus llaves de autos y robar los diezmos. Uno de los pastores que presenciaron los hechos lamentó que el crimen organizado haya determinado romper con el respeto a los templos. El obispo de la Diócesis de Cuernavaca, Alfonso Cortés Contreras, condenó los hechos y exigió a la delincuencia organizada respeto por los centros religiosos y para quienes acuden a orar porque son lugares sagrados. El prelado denunció que en algunas iglesias del oriente de Morelos los sacerdotes han recibido llamadas telefónicas de presuntas organizaciones criminales donde les exigen cierta cantidad de dinero, pero hasta ahora no ha pasado de los amagos.