Fuerza. Yemeníes armados fieles a los manifestantes antigobierno, demandan el fin del régimen del presidente Ali Abdullah Saleh.
Alrededor de 40 personas, entre insurgentes islamistas y soldados, murieron en combates por el control de varias zonas meridionales de Yemen, informaron autoridades.
En un hecho imprevisto, el comandante del ejército que intenta desalojar a los islamistas de Zinjibar y Jaar se unió al movimiento de protesta que intenta derrocar al presidente Alí Abdalá Salé, agregaron las autoridades.
El general Faisal Ragab, comandante del 119 Batallón, desertó en marzo y acusó al mandatario de intentar fomentar el caos y permitir que las poblaciones meridionales caigan en poder de los insurgentes islamistas para persuadir a Estados Unidos y otras potencias occidentales de que sin él al frente del país, Al Qaeda se haría del control de la nación.
El Ministerio de Defensa dijo que 21 miembros de Al Qaeda fueron muertos ayer. Los funcionarios de la provincia de Abyan, que hablaron a condición de guardar el anonimato por no estar autorizados a difundir información, agregaron que en la lucha cayeron 19 soldados.
Salé se encuentra en Arabia Saudí recibiendo tratamiento médico, pero se niega a dimitir. Estados Unidos teme que la facción de Al Qaeda en Yemen aproveche esa inestabilidad.
En Lawdar, los insurgentes islamistas atacaron un vehículo que llevaba alimentos a un campamento militar, matando a cuatro soldados, dijo un funcionario local. En la cercana Zinjibar, que los insurgentes islamistas tomaron a finales de mayo, un funcionario local dijo que las fuerzas del ejército se concentraron en los barrios meridionales en preparación a una ofensiva para capturar la aldea. En los enfrentamientos murieron 15 soldados, agregó el funcionario.