Condición. Son muchos los que se ven en la necesidad de abandonar su tierra para buscar mejor suerte en otro lugar. EL SIGLO DE DURANGO
Lo que se pide para familiares, amigos y paisanos en Estados Unidos, también se debe ofrecer a quienes entran a este país por la frontera sur, refiere el obispo auxiliar Enrique Sánchez Martínez, de la Arquidiócesis de Durango.
Mediante el episcopeo semanal, anunció que el próximo domingo 16 de enero la Iglesia celebra la "Jornada mundial del migrante y del refugiado".
En este contexto, dice que la Iglesia le reconoce a todo hombre la posibilidad de salir del propio país y la posibilidad de entrar en otro, en busca de mejores condiciones de vida.
Al mismo tiempo, los estados tienen el derecho de regular los flujos migratorios y defender sus fronteras, asegurando siempre el respeto debido a la dignidad de toda persona humana.
Lamentó que en los últimos meses se ha agudizado la crisis migratoria en México, con noticias constantes de deportaciones masivas y asesinatos en todo lo largo y ancho de la frontera norte con Estados Unidos.
MAL PARA TODOS
Pero también se presenta la crisis por los inmigrantes desde la frontera sur, especialmente con Guatemala donde hay explotación, corrupción y asesinatos.
En el estado de Durango volteamos hacia el norte porque casi todos los ciudadanos tienen familia o amigos en el vecino país del Norte, en donde "el sueño americano dista mucho de ser uno en la vida real".
En Estados Unidos, cada día es más precaria la calidad de vida de muchos migrantes que viven en ahí, sobre todo los indocumentados con rezago en servicios de salud, educación y violación a sus derechos, según denuncia la organización Durango Unido en Chicago.
