Tragedia. A seis meses de la tragedia, Japón todavía no se ha podido recuperar del terremoto y el tsunami.
Mientras el mundo recordaba el 10 aniversario del 11-S en Estados Unidos, Japón conmemoró ayer a sus propias víctimas por una doble tragedia: un sismo y un tsunami devastadores ocurridos hace exactamente seis meses.
El 11 de marzo es una fecha que quedó marcada con hierro candente en la conciencia japonesa. En todas partes en la costa nordeste a la que asoló el desastre, familias y comunidades recordaron juntos a las víctimas. Los monjes cantaron. Los supervivientes rezaron. Las madres colgaron figuras vistosas de papel que parecían aves en memoria de sus hijos que se perdieron.
Exactamente a las 14: 46 horas, todos pararon sus actividades y observaron un minuto de silencio. El 11 de marzo cambió todo para ellos y su país. El terremoto de magnitud 9 causó en Japón una devastación sin par desde la ocurrida en la SEgunda Guerra Mundial.
El tsunami posterior azotó el nordeste y arrasó poblados enteros. Las olas inundaron la planta nuclear Dai-ichi de Fukushima y desataron el peor accidente nuclear desde Chernóbil. Unas 20 mil personas murieron o desaparecieron. Más de 800 mil casas fueron destruidas completa o parcialmente.
El desastre arruinó empresas, caminos e infraestructura. La Sociedad de la Cruz Roja Japonesa calcula que unas 400 mil personas quedaron desplazadas. Medio año después, hay señales materiales de progreso. La mayoría de los escombros y otros restos fueron retirados o al menos acomodados en pilas enormes.
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