Como el hombre más extraordinario que forjó la guerra de Independencia, como un héroe, pero sobre todo, como un caudillo en la más santa y noble de las luchas, autoridades del gobierno del Distrito Federal, conmemoraron hoy aquí el 196 Aniversario Luctuoso de José María Morelos y Pavón (1765-1815).
En el acto, celebrado en la columna del Angel de la Independencia, en esta ciudad, Fernando Navarrete Vega, responsable del Salón de Cabildos de la Secretaría de Cultura capitalina, destacó la vida de quien es considerado el 'Siervo de la Nación'.
En su intervención, el también historiador, leyó parte de la biografía del caudillo de la insurgencia y destacó sus aportaciones en la lucha por la guerra de Independencia de México.
Lo calificó como un personaje noble y disciplinado, entrenado militarmente y bien armado, 'lo que le permitió a su vez, enfrentar con éxito a los realistas'.
Mencionó que Morelos asumió el liderazgo del movimiento independentista tras la muerte en 1811 del cura Hidalgo y a cuya causa se había unido en 1810, y logró importantes victorias en el sur.
Trató además de dar forma política a sus ideales de justicia e igualdad a través del Congreso de Chilpancingo en 1813, que formuló la declaración de independencia y agregó que ese Congreso, otorgó a Morelos un amplio poder ejecutivo y puso las bases para una Constitución liberal y democrática que sería aprobada en 1814.
Recordó que en octubre de 1810, conocedor del levantamiento de Miguel Hidalgo, que había sido su rector en San Nicolás, Morelos visitó a Hidalgo y hablar con él.
Indicó que al parecer, su intención era la de ofrecerse como capellán, pero una vez llevado a cabo este encuentro el 20 de octubre, Hidalgo lo convenció de que aceptara una misión más importante: marchar a la costa del sur, reunir tropas y tomar el puerto de Acapulco, que Morelos conocía muy bien.
El 25 de octubre, señaló, acompañado de una veintena de voluntarios mal armados, Morelos partió de Cuarácaro hacia las tierras calientes del sur, en calidad de lugarteniente de Hidalgo.
Refirió que la actividad insurgente de Morelos duró cinco años, a lo largo de los cuales fue capaz de desarrollar cuatro campañas militares, además de una obra política, doctrinal y administrativa en la que se recoge un pensamiento avanzado, innovador y cargado de sentido popular y social.
Se le reconoce un incipiente genio de estratega militar, despiadado y cruel en algunas ocasiones, y capaz de enfrentarse y doblegar en varias ocasiones a los ejércitos realistas superiores en número, bajo el mando del temible Félix María Calleja.
De acuerdo con Navarrete, la Inquisición declaró a Morelos, hereje; el clero degradó el carácter sacerdotal; la audiencia le condenó por traidor al Rey y el virrey se encargó de su ejecución.
'Y el hereje, el traidor, el mal sacerdote, el ajusticiado, era, sin embargo, un héroe, un caudillo en la más santa y noble de las luchas, era el personaje más extraordinario de la lucha por la guerra de Independencia de México', señaló.
Tras el acto, José de la Rosa coordinador de Patrimonio Histórico, de la Secretaría de Cultura, el senador Jesús Garibay García, el juez Lorenzo Vega y demás integrantes del gobierno capitalino, colocaron un arreglo floral al pie de la lámpara votiva del monumento a la Independencia y montaron la respectiva guardia de honor.
