Asistencia. El pianista brasileño Rolando Rolim logró emocionar en el auditorio del Isauro Martínez que contó con buena respuesta.
El que tiene que presumir presume. Y es que además de una habilidad habilidad en las manos, el pianista brasileño Rolando Rolim, dejó ver su gran capacidad interpretativa durante el concierto que ofreció la pasada noche de jueves en el Teatro Isauro Martínez, como parte del Festival Internacional de Piano.
Con tranquilidad y auténtica estampa de concertista, el joven brasileño, quien ha alcanzado gran prestigio en América y Europa, con precisión, estilo y buenos dedos, ratificó un particular estilo que indudablemente cabe vaticinar dentro de un deseado futuro artístico.
Un concierto personal, donde las variaciones de velocidad, dieron un toque a la "Sonata en La bemol mayor, opus 110", de Beethoven, especialmente en el libro uno de la "Suite Iberia", de Isaac Albéniz, donde Rolim alcanzó un brillo especial. Al final del concierto y después de tocar la "Sonata número dos" de Brahms, el joven brasileño se ganó el aplauso del público.