Estimados amigos, en los días posteriores al maratón surge una serie de molestias propias del esfuerzo prolongado y de consecuencias de la modificación bioquímica producto de esta extenuante actividad.
El ácido láctico es producto de la utilización de la glucosa, cuando ésta se realiza con un déficit de oxígeno, éste aparece cuando el esfuerzo se realiza por arriba de la capacidad aeróbica, lo cual sucede en etapas de entrenamiento, en competiciones o en participaciones con ritmos muy altos, su acumulación provoca fatiga muscular lo que hace que los procesos de combustión se hagan menos efectivos.
La acumulación del ácido láctico es en buena parte responsable de los dolores musculares posterior al ejercicio, esto altera la dinámica de las moléculas de actina y miosina, proteínas de las fibras musculares con participación directa en el fenómeno de la contracción muscular. La preparación física, una adecuada hidratación y alimentación contribuirán a disminuir su acumulación, estos factores incluidos en el programa de entrenamiento manejando intensidades que lleguen al consumo máximo de oxígeno y por arriba de la frecuencia cardiaca máxima, alternando con intensidades que lleven a cabo labores de "limpieza", esto es regresando a frecuencias aeróbicas al 70% de la frecuencia cardiaca máxima.
Sin embargo, no debemos satanizar al ya mencionado ácido láctico, la incorporación y el conocimiento de los principios de la fisiología del deporte en la preparación física y aplicados en el entrenamiento en frecuencias aeróbicas facilita que el ácido láctico salga del tejido muscular al torrente sanguíneo, y al circular por el hígado, éste lo vuelve a transformar en glucosa, lo cual favorece mantener los niveles normales de azúcar en sangre, evitando la hipoglucemia o caída de azúcar producto del consumo producido por el esfuerzo, contribuyendo además a reponer las reservas de glucógeno muscular.
Es necesaria una adecuada orientación técnica, nutricional y médica a fin de evitar peligros en el desarrollo de la práctica deportiva, la recuperación y los recursos para la misma permitirán un mejor desempeño y disminuirán los riesgos o secuelas por lesión.
Por otra parte, ¡qué presencia!, la de los toros de Real Valladolid, ganadería que hizo su presentación en el Coliseo Centenario y valiente actuación de los seis diestros ante toros que desarrollaban sentido rápidamente, y dejan grato sabor de boca los jóvenes diestros Téllez, López y Cerezos, y la actuación valiente y experimentada por Dóddoli, "El Conde" y el pundonoroso angelino. Esta corrida dejó satisfechos a los asistentes y la sensación de peligro estuvo presente toda la noche con una corrida con promedio superior a los 500 kg. Se aprecia la inclusión de los jóvenes matadores que refrescan la baraja taurina, el triunfo de Israel Telléz no es producto de la casualidad, ya que es un torero con bastantes recursos, de los cuales hizo gala para entender la lidia de su toro en turno, lo cual fue apreciado por la afición otorgándole el trofeo Coliseo Centenario y su inclusión en la corrida del día 25 con Pablo Hermoso de Mendoza y Antonio García "El Chihuahua". Y nos vemos en el Revolución en la inauguración de temporada de los Vaqueros y el lunes en la reactivación de la Plaza de Toros Torreón, con la modificación del cartel por ausencia de Diego Ventura. ¡Hasta la próxima!
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