Estimados amigos, en espera de la participación de la Selección Nacional en la Copa Oro y de noticias en el futbol de estufa, seguimos de cerca la pelea de Julio César Chávez Jr hacia el campeonato mundial de peso medio del CMB y de Marco Antonio "Veneno" Rubio en su camino hacia una nueva oportunidad por un campeonato, en este caso frente al júnior.
Esto dio pie a esta columna, ya que de alguna forma el apellido o el antecedente de un deportista puede allanar el camino y de igual forma o aún más puede pesar para que el deportista destaque, y aquí vivimos las dos caras de la moneda tanto para Julio César Jr como para Javier "Chicharito" Hernández. En el primero de los casos la obtención del campeonato deja cierto sabor amargo, ya que la victoria no fue lo suficientemente clara como para regocijarse a plenitud, el camino del vestidor al cuadrilátero apoyado en los hombros de su famoso padre tiene un gran significado, al igual que la presentación en el cuadrilátero en la que tanto el campeón como el retador fueron opacados ante la presencia del más grande, tal cual es presentado el nuevo huésped del Salón de la Fama del Boxeo Mundial.
En el mismo boxeo otros pugilistas han buscado continuar las dinastías sin suficiente éxito, y ya por ahí aparecen hijos de otrora famosos boxeadores como "Maromero" Páez y un sobrino del gran Salvador Sánchez, por hablar del medio nacional.
En cambio Javier Hernández "Chicharito" sigue viviendo un año de ensueño, la presencia de su familia ha resultado positiva, al igual que la influencia formativa de su abuelo don Tomás Balcázar. Vence y convence, conquista con su entusiasmo, con su ansia de triunfo, con la alegría con que celebra sus goles, y sobre todo con hasta el momento una adecuada madurez sabiendo dónde pisa y haciendo manifiesta su satisfacción por lo que hace. Esto haciendo a un lado el ya famoso antecedente de su exclusión del grupo campeón mundial de la Sub 17 y de un inicio irregular con el Guadalajara, su equipo de origen, labrando en la actualidad un prestigio en base a esfuerzo y sacrificio.
Y si se habla de dinastías en la Plaza de las Ventas, se presentó el joven Diego Silveti, cuarto representante de la ya famosa familia torera iniciada por "El Tigre", seguida por su hijo Juan y sus nietos David (f) padre de Diego y de Alejandro. Pues bien, con muy buenos comentarios aún sin haber cortado apéndices y sobre todo con la anotación de ser dueño de un estilo propio, mezcla de poder y sentimiento. En el caso de otras dinastías toreras se debe mencionar a la dinastía "Armillita", de la que su tercera generación empieza a dar frutos. En España la dinastía Gómez Ortega y Bienvenida es parte importante de la historia de la tauromaquia, en la actualidad se inician los linajes "Capea", Manzanares y Rivera Ordóñez. Otros descendientes no han corrido con la misma suerte, sobre todo por la poca continuidad a sus carreras, así como por el gran legado dejado por el padre.
Por otra parte, el joven nadador lagunero Miguel Alejandro de Lara Ojeda va cosechando triunfos local y nacionalmente que lo han hecho merecedor de ser tomado en cuenta en Selecciones Nacionales de Natación para competencias internacionales. ¡Felicidades!, y ¡hasta la próxima!.
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