Estimados amigos, el llamado de las vocaciones logra sublimar muchas de las virtudes humanas, una de las más loables es el servicio, y cuando esta cualidad llega a transmitirse alcanza linderos de gloria, va esta columna para mi querido maestro Sergio Barrón Delgadillo, formador de muchas generaciones de estudiantes laguneros que encontraron en sus manos y en su persona la calidez y la motivación necesaria para lograr sus metas.
La grandeza del maestro Sergio va más allá de las aulas, presto siempre a la ayuda supo comprender las inquietudes de jóvenes que por diversos motivos tenían dificultad para concluir o continuar sus estudios, la palabra afectuosa, la corrección firme, paternal y generosa encontró eco en muchos de los que tuvimos la fortuna de estar en sus amenas, apasionadas e interesantes clases, haciendo vivir la historia o motivando al pensamiento crítico de la realidad social.
Mi profe no ha tenido los reconocimientos suficientes, ni en el plano magisterial ni en el deportivo, su humildad y sencillez no lo permiten, sin embargo a finales de los 60 y en la década de los setentas fue formador y encargado de los representativos de las selecciones Laguna en los torneos nacionales con brillante participación en los Campeonatos Benito Juárez, lo que le valió el reconocimiento de Diego Mercado, Joaquín Badillo y el "Pescado" Portugal, entre otros, en esos tiempos técnicos y directivos del sector amateur y de Selecciones Nacionales menores. De la Liga Menor de La Laguna que era conocida como Liga Barrón por los muchos años que acertadamente la presidió, surgieron una buena cantidad de jugadores a las selecciones locales y nacionales amateurs, así como al profesionalismo en los desaparecidos equipos Ola Verde del Laguna y Diablos Blancos del Torreón.
Su afición por la lucha libre lo llevó a apoyar a gran número de elementos en sus inicios, los que posteriormente destacaron en el plano nacional, así como en ocasiones organizar funciones que por lo general tenían la finalidad del beneficio para alguna buena causa.
Posterior a su retiro del magisterio radicó por un tiempo en tierras yucatecas, en donde se recuerda su labor en pro de la cultura, fueron frecuentes la organización de viajes con delegaciones exponentes de nuestras costumbres a países centroamericanos y a la isla de Cuba, una vez concluido su periodo regresó a nuestras tierras.
Hoy nuestro querido profe se encuentra recuperándose en la Clínica del Magisterio, dando nuevamente muestra de su entereza tratando de vencer la adversidad que lo limita físicamente mas no en espíritu, es momento que los cientos de alumnos que tuvimos sus enseñanzas lo honremos "...en vida, hermano, en vida..." ¡Hasta la próxima!
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