La educación universitaria, pública y particular, para ser de alta calidad debe ser pertinente. Debe formar profesionales responsables socialmente, capaces de enfrentar los retos actuales de su sector y de manifestar su intención de cambiar la realidad vigente además de tener capacidad prospectiva para que sus acciones se anticipen a escenarios futuros. Para cualquier tipo de producción, incluso la de profesionistas universitarios, la calidad se concibe a partir del diseño. La calidad del diseño será mayor cuanto más se haya tomado en cuenta las características de las necesidades que se pretende satisfacer. El perfil del egresado universitario se debe diseñar considerando los posibles escenarios en los que el nuevo profesional tendrá que desempeñarse. Si la educación universitaria fue de calidad, el profesionista cumplirá cabalmente su responsabilidad social y sólo entonces se podrá decir que la educación fue pertinente.
En las universidades en las que se imparte la carrera de Ingeniero de Minas (sólo 6 a nivel nacional y sólo una de ellas es particular), la vinculación con las empresas de ese sector es tal, que, después de un trabajo excelente de investigación, en el que se tomaron en cuenta el universo de los empleadores, los mínimos internacionales en la academia del mundo anglosajón, Europa, Sudáfrica y América Latina, y el estado del arte que guarda la profesión y su prospección nacional e internacional, se ha determinado que el egresado debe cumplir no sólo con los conocimientos sobre exploración, extracción y beneficio de los minerales sino también involucrarse en muchos otros aspectos como por ejemplo sistemas de minado, mecánica de rocas, sistemas de soporte, uso y manejo de explosivos, la mitigación del daño al medio ambiente, la utilización de software de alta tecnología aplicado a la minería, automatización a control remoto, costos, análisis económicos, incremento de recuperación metalúrgica y relaciones con la comunidad.
También se determinaron las habilidades personales que debe tener el egresado (algunas de las cuales debe adquirir el estudiante por su propia iniciativa): dominio del idioma inglés, capacidad para afrontar los cambios, capacidad de organizar, supervisar, administrar empresas y proyectos y realizar trabajo interdisciplinario, análisis de problemas y toma de decisiones, iniciativa, proactivo, propositivo, liderazgo, trabajo en equipo, puntualidad, disposición de servicio, curiosos y con ganas de aprender, facilidad para vivir en zonas mineras y cambiar de domicilio, optimismo, facilidad de comunicación oral y escrita y temas de vanguardia como normatividad ambiental y uso de aplicaciones informáticas especializadas y con experiencias directas adquiridas a través de sus prácticas y estancias profesionales en la industria minera. Todo un reto para ser altamente competitivos y con calidad de clase mundial.
Los empleadores detectaron fortalezas en los egresados de Ingeniería de Minas como sus conocimientos en matemáticas, física, computación, principios de ingeniería, identificación, formulación y resolución de problemas de ingeniería, así como en la utilización de herramientas necesarias para la ingeniería moderna, además de conducirse con responsabilidad profesional y actuar éticamente. Sin embargo, el 33% de los empleadores considera que el conocimiento de los egresados sobre el impacto de las soluciones de la ingeniería en un contexto global y social, la comunicación con otros profesionales, y la capacidad de trabajar en un ambiente competitivo son regulares o malos. Casi un 40% tiene la misma opinión sobre la actitud de liderazgo y los conocimientos de administración y gestión de proyectos y planeación.
Ante esta situación, el investigador sugiere "que los estudiantes realicen estancias en empresas de su ramo para que desarrollen habilidades en trabajos reales; fomentar el estudio del idioma inglés, computación y administración de proyectos; proporcionar mayores conocimientos básicos que les permitan adecuarse al rápido avance tecnológico; fomentar una cultura general que les permita un mejor desempeño y mayor liderazgo en los proyectos; reforzar las habilidades administrativas; y, reforzar el desarrollo de habilidades de comunicación oral y escrita, en particular la redacción de informes técnicos.
En Canadá, Estados Unidos y Australia, países en donde se encuentra el sector minero-metalúrgico de avanzada, manejan planes y programas de estudio de cuatro años lo cual permite introducir al alumno a las asignaturas de ingeniería aplicada con mayor prontitud, ello es permisible en dichos países gracias al buen nivel que los alumnos pueden obtener en el bachillerato. Un número considerable de universidades de estos países está integrando todos los aspectos de sustentabilidad dentro de sus planes de estudio, incorporando nuevos cursos a sus planes de estudio y/o interactuando con otras disciplinas como sociología, ciencias, tecnología, historia y ambientales.
En el siglo XXI, lo que se observa en el sector minero es el predominio de la ética corporativa, la responsabilidad social, sustentabilidad, CO2 y calentamiento global, conservación del agua y la energía, espíritu emprendedor e innovación. También ha sido protagonista de una nueva era de colaboración significativa con universidades y el trazado de una red de trabajo entre ellas para la educación y la investigación.
En una visión a 20 años, si algo es seguro que deba incluir la formación del ingeniero de minas del futuro es su capacidad de adaptarse al cambio y para manejar la incertidumbre y ambigüedad tanto en el diseño como en la administración, amplio conocimiento de los principios y áreas de oportunidad para el control remoto y la automatización, total entendimiento y compromiso hacia la salud, seguridad y medio ambiente y las responsabilidades sociales y culturales hacia la comunidad y sus implicaciones dentro de las prácticas de la minería sustentable además de conciencia y sensibilidad de las condiciones del entorno mundial.
Los estudiantes de ingeniería de minas, deben estar comprometidos con una educación continua a lo largo de toda su vida. En ello, sus empleadores juegan un papel muy importante para habilitarlos en conocimientos específicos cuando y según sea requerido para mantenerlos actualizados, y las instituciones de educación superior tienen el reto de ofrecer programas de especialización y posgrado en línea para facilitar su acceso.
No es tarea sencilla definir el perfil profesional del egresado. El investigador Gabriel Ramírez Figueroa de la UNAM, formula en la visión para los próximos cinco años lo siguiente: "el egresado de la carrera de Ingeniería de Minas y Metalurgia dispone de conocimientos específicos en tecnologías de vanguardia que le permiten entender, autoeducarse y adaptarse rápidamente a los cambios inherentes al ejercicio de la profesión y tiene muy claro su compromiso con el desarrollo del país, para no caer en la fantasía de lo inmediato y lo intrascendente, y para nunca acostumbrarse al dolor de los demás, a la injusticia ni a perder la capacidad de asombro e indignación.
Fuente: El perfil del egresado de la carrera de Ingeniero de Minas y Metalurgista. Gabriel Ramírez Figueroa, coordinador de la carrera de Ingeniería de Minas y Metalurgista. UNAM.
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