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CONTEXTO LAGUNERO

Divorcio en la cima

Juan Manuel González

Los perfiles de los puestos de alta dirección que son buscados por las empresas, se derivan del dinamismo de la economía, las estructuras y comportamientos de los mercados y los ambientes regulatorios. En América Latina particularmente, los negocios se desarrollan bajo constantes cambios de políticas, maduración de mercados y de alta competencia. Lo anterior se concluye de un sondeo a más de 45 mil ejecutivos de Argentina, Chile, Brasil y México realizado por la empresa Michael Page International - reconocida mundialmente como referencia en reclutamiento especializado de ejecutivos de gerencia media a alta dirección, con presencia en México bajo la dirección de Roberto Machado.

En el informe se señala que aunque los ejecutivos provienen de países vecinos o de la misma región, tienen edades similares y son graduados de carreras relacionadas con los negocios, piensan y se comportan de manera muy distinta. A pesar de la cercanía territorial, existen varias diferencias entre ejecutivos argentinos y chilenos. Por ejemplo, mientras los argentinos son bastante creativos y están acostumbrados a los cambios, los chilenos no suelen ser muy imaginativos y su gestión se guía por dictámenes y modas. Los brasileños y mexicanos son más ambiciosos, apuntan la mira más alto porque aspiran a ser CEO (Chief Executive Officer-director general), en cambio, los argentinos y chilenos se conforman con incrementar sus funciones operacionales y crecer dentro de la compañía aunque no lleguen al puesto más alto.

Con los resultados del estudio se configuró el perfil de los altos ejecutivos de estos cuatro países: se trata principalmente de hombres casados -con excepción de los mexicanos quienes están mayormente divorciados-, con edades entre 40 y 55 años, con dos o tres hijos, graduados en administración de empresas, ingeniería, comercio o economía y que trabajan de 10 a 12 horas al día.

Se identificaron también las fortalezas y debilidades de los ejecutivos. Aunque el dominio del idioma inglés es imprescindible para desarrollarse en el mundo de los negocios, los ejecutivos chilenos, en comparación con el resto de los profesionales entrevistados en el estudio, resultaron tener poco dominio de esta lengua el cual incrementan su nivel por lo general, sólo si se desempeñan en empresas multinacionales. Al respecto, Patricia Stabili, de la Universidad Federal de Rio Grande do Sul en Brasil, afirma que "el dominio de idiomas y un cierto nivel de cultura general son también factores altamente valorados, porque las organizaciones buscan profesionales completos para todas sus áreas. Por ejemplo, un gerente de finanzas que pueda dar soporte a áreas de negocios o un director comercial con visión financiera".

También la creatividad es una habilidad muy demandada por las empresas, según el informe, la creatividad toma una posición importante en profesionales de países de Argentina, Brasil y México, que es donde los ejecutivos son muy ingeniosos. Los chilenos están en desventaja, son menos creativos porque actúan de acuerdo a las directrices regionales.

La habilidad de liderazgo es fundamental de acuerdo al país de origen. Los argentinos y brasileños son quienes mejor se mueven en esta área, porque dirigen los equipos mediante sus capacidades sociales y habilidades interpersonales, mientras que los chilenos y mexicanos lideran a través de la antigüedad y la autoridad formal. Los elementos que marcaron la mayor diferencia fueron la "movilidad" y el "emprendimiento". De acuerdo a los resultados, los argentinos y brasileños no tienen miedo en trasladarse de un país a otro. También se detectó que los ejecutivos de Argentina presentan poca lealtad hacia la compañía. En el renglón de emprendimiento, los ejecutivos chilenos y mexicanos son los que menos ejecutan proyectos propios, por el alto temor por enfrentar los riesgos.

El punto en común de los cuatro países analizados por la consultora estadounidense fue que en general, los ejecutivos de estas naciones se capacitan sólo ocasionalmente. Los chilenos son los que lo hacen en menor medida y cuando esto sucede se efectúa en la misma empresa.

Es bueno ser un alto ejecutivo: el sueldo y las prestaciones son gratificantes y los privilegios, generosos. Conseguir boletos para un buen partido de futbol, tal vez un palco de lujo y los más lujosos asientos de un jet corporativo. Las sonrisas de bienvenida de los empleados, el respeto de otros líderes, el lugar apropiado en la mesa del Consejo y la mejor asistente ejecutiva. Incluso el propio trabajo nos parece más atractivo. Nos involucramos en los grandes temas de la empresa: ¿Está la organización bien posicionada en su espacio de mercado? ¿Hacia dónde se dirige la compañía? ¿Están usted y su equipo preparados para llegar al destino deseado? Nadie nos molesta con revisiones, requisiciones de compra o planificación de eventos. El tiempo del jefe es sumamente importante.

Después de varios años en el puesto, los miembros de su familia pueden adoptar esa misma deferencia. Entonces, muy raras veces lo interrumpen con llamadas que para usted son consideradas de poca importancia ya que, si esas interrupciones no figuran en su lista de "tareas a realizar", no ocurrirán. La otra cara de la fama, la gloria, los privilegios y las vacaciones exóticas es que, por lo general, se logran con el alto costo de no poder compartirlas con los seres queridos. Con el tiempo, muchos altos ejecutivos se encuentran alejados de sus parejas y de sus hijos.

Las estadísticas indican que las tasas de divorcio entre los altos ejecutivos son más elevadas que nunca antes, y que muchos matrimonios que perduran exigen gran cantidad de concesiones: acuerdos tácitos por los cuales la pareja del alto ejecutivo pone la otra mejilla o se enfrenta con cierto grado de desdicha.

Los ejecutivos de la alta dirección deben entrenarse para conseguir un reposo mental, se gana perspectiva cuando el escenario cambia drásticamente y uno tiene la distancia suficiente como para apartarse de las tensiones y preocupaciones laborales cotidianas. Este reposo mental es muy difícil de adoptar cuando se está hundido hasta el cuello en el trabajo. Pero hay que tomar en cuenta que esas son las cosas que nos hacen más humanos y nos ayudan a crear los valores que deseamos dejar a nuestros seres queridos. Dedique un momento cada día para ver el mundo a través de los ojos de su familia y sus amigos, de lo contrario, cuando usted quiera quitarse -o le quiten- esos grandes zapatos de alto ejecutivo, con toda seguridad necesitará ayuda para encontrar las pantuflas.

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