Testamentos. Es evidente la falta de cultura en la previsión de la muerte y de los conflictos que derivan por no dejar los documentos en orden. EL SIGLO DE DURANGO
Hace aproximadamente seis años que en Durango se determinó que septiembre sea el Mes del Testamento y, a pesar de la promoción y la campaña que se realiza para realizar este trámite, es evidente la falta de cultura en la previsión de la muerte y de los conflictos que derivan por no dejar ese documento en orden.
La relación de juicios más comunes que se iniciaron en el 2010 en toda la entidad indica que de enero a diciembre el Poder Judicial registró 241 juicios testamentarios, los cuales son considerados como meros trámites que tardan unos cuantos días por la claridad y certeza que ofrece dicho documento en la disposición de bienes que el difunto decidió.
CONTRASTES Por el contrario, en ese mismo lapso del año pasado el Tribunal Superior de Justicia contabilizó mil 553 juicios intestamentarios; es decir, de personas que fallecieron sin dejar su testamento para repartir los bienes muebles e inmuebles, situación que suele confrontar a la familia al reclamar la repartición.
Ya desde septiembre del año pasado el magistrado presidente del Tribunal Superior de Justicia del Estado, Apolonio Betancourt Ruiz, explicó que omitir un testamento lleva a familias a largos conflictos, genera gastos e incertidumbre sobre la repartición de recursos o patrimonio del finado, pues ocurre que en esos momentos aparecen familiares que en vida lo procuraron poco y al momento de decidir los nuevos poseedores de los bienes quieren ser beneficiados.
PREVISIONES
Aun así son menos los ciudadanos que mueren testados en comparación con los que sí toman esa previsión; las cifras marcan una diferencia de seis intestados por cada uno que sí realiza el trámite.
El titular del Poder Judicial refiere también que la falta de este documento da pie a un juicio intestamentario para que la ley determine quién debe hacer uso de los recursos de la persona que falleció, pero hay casos que se extienden más allá de una década con todo el conflicto de derechos que el juicio acarrea.