Fallas.Barack Obama no ha podido cumplir su promesa de combatir el tráfico y venta de armas. EFE
Cuando Barack Obama prometió, durante su campaña presidencial de 2008, reinstalar en Estados Unidos la prohibición a las armas de asalto que expiró bajo el mandato de George W. Bush en 2004, las esperanzas de quienes veían con preocupación el azote de una violencia doméstica y un grave problema de seguridad nacional para México parecían anticipar un cambio histórico.
"La violencia es inaceptable y tiene que parar", fue la frase que el entonces candidato demócrata utilizó en sus discursos para prometer un cambio que, tres años más tarde, se ha devaluado y convertido en una promesa incumplida, la de un mayor control de las armas de asalto que había encontrado en el hoy procurador general de EU, Eric Holder, a uno de sus más firmes defensores. Pero la oferta se disipó rápidamente en el primer año de la administración Obama.
Según reconocen hoy funcionarios de la Casa Blanca, la falta de apoyos en el Congreso hizo imposible la reinstauración de la prohibición para el gobierno del cambio.
Cuando el presidente de Estados Unidos compareció al lado del de México, Felipe Calderón, durante su primera visita oficial a ese país, en abril de 2009, Obama confirmó con sus palabras esa derrota.
"Ninguno de nosotros ha sido tan ingenuo como para pensar que reinstalar la prohibición (contra las armas de asalto) sería algo sencillo", dijo en ese entonces el mandatario estadounidense, al prometer a su contraparte mexicana la aplicación y "mejoramiento de las leyes existentes" para combatir el tráfico de armas que han dotado de un enorme poder de fuego a los cárteles de las drogas. Pero, además, durante esa visita a México, Obama se comprometió a ratificar el Tratado Interamericano contra el tráfico de armas (CIFTA, por sus siglas en inglés) para endurecer la lucha contra los cárteles de la droga. Un compromiso que, hasta la fecha, se mantiene incumplido.
Para organizaciones que monitorean el cumplimiento de las promesas de Obama en la materia, el saldo resulta desalentador.
De acuerdo con el Centro Brady, una institución creada por el ex vocero de la Casa Blanca Jim Brady - quien resultó herido de gravedad en 1981 durante el intento de asesinato contra el entonces mandatario Ronald Reagan-, "el presidente Obama ha derogado un mayor número de políticas federales de control de armas que George W. Bush durante sus dos mandatos presidenciales".
"Si alguien me hubiera dicho el día de la toma de posesión del presidente Obama que su récord para prevenir la violencia vinculada a la escasa regulación sobre la venta de armas sería tan pobre, no lo hubiera creído", aseguró Paul Helmke, presidente de esa institución y uno de los más activos promotores para reinstaurar la prohibición contra las armas de asalto que ha demandado el Gobierno de México.
La tragedia ocurrida en Tucson, donde el sábado 8 de enero un joven de 22 años mató a 6 personas e hirió gravemente a la congresista Gabrielle Giffords, reactivó el debate a favor de una mayor regulación de la venta de armas, debate que resurge cada vez que ocurre una masacre en el país, como la registrada en abril de 1999 en el instituto de Columbine, Colorado, con saldo de 15 muertos, o la que tuvo lugar el 16 de abril de 2007, cuando un pistolero en solitario irrumpió en el Tecnológico de Virginia para perpetrar la matanza de 32 personas.
LA URGENCIA DE PARAR FLUJOS
En un país donde las regulaciones parecen excesivas para la venta de medicamentos, automóviles o juguetes, la flexibilidad para la venta de armas resulta casi inexplicable. La necesidad de contener "la epidemia de violencia" que afecta a EU y se traslada a países como México -el principal destino de las armas de alto poder que cruzan la frontera-, ha dado nuevos bríos a quienes urgen a contener la violencia que ha causado más de 34 mil de muertos desde el inicio de la cruzada del Gobierno mexicano contra los cárteles de la droga, en 2006.
Últimas masacres en EU
⇒ 8 de enero 2011. La representante demócrata por Arizona Gabrielle Giffords, y otras 18 personas son baleadas cuando Jared Lee Loughner, de 22 años, dispara afuera de un supermercado donde Giffords se reúne con electores. Mueren 6 personas, incluyendo una niña de 9 años. Loughner es arrestado.
⇒ 20 enero 2010. Un hombre mata a ocho personas durante un tiroteo en el este de Virginia y luego se rinde, tras una cacería en la que participan 150 policías.
⇒ 5 noviembre 2009. Nidal Hasan, psiquiatra militar de origen palestino, desata la mayor balacera jamás registrada en una base militar estadounidense, mata a 13 personas y hiere a 42, antes de ser detenido.
⇒ 24 diciembre 2008. Disfrazado de Papá Noel, un sujeto abre fuego contra los invitados de una fiesta de fin de año, mata a nueve personas. Luego se quita la vida.
⇒ 5 diciembre 2007. Un joven de 19 años, armado con un fusil de asalto, mata a ocho en un centro comercial de Omaha, Nebraska.