El flujo de drogas en la frontera entre México y Estados Unidos es controlado por siete cárteles que viven asediados por la presión del Gobierno mexicano y la competencia entre ellos, aseguró el Gobierno estadounidense.
Al presentar la edición 2011 de su Estrategia Nacional Antinarcóticos para la Frontera Sur, funcionarios estadounidenses reconocieron que desmantelar estos cárteles mexicanos es una de las más importantes prioridades por la violencia que desatan.
"Los cárteles del narcotráfico son responsables de parte de la más devastadora violencia y actividad a lo largo de la frontera Sur (de EU) y más allá, penetrando en comunidades pequeñas y grandes", dijo ayer el Procurador General, Eric Holder.
A diferencia de la primera edición de la Estrategia -publicada en 2009- en la que se afirmaba que sólo cuatro cárteles controlaban el flujo de drogas, el plan presentado ayer aseguró que éstos incluyen ahora un total de siete distintas organizaciones criminales.
"Actualmente siete importantes cárteles operando a través de México controlan el flujo de drogas a través de la frontera Suroeste (de EU): el Cártel de los Arellano-Félix (Cártel de Tijuana), el Cártel del Golfo, el Cártel de Los Zetas, el Cártel de Juárez, el Cártel de Sinaloa, el Cártel de los Beltrán Leyva y el Cártel de La Familia Michoacana", aseguró la Estrategia publicada ayer que consta de cien páginas.
"La presión está creciendo contra estos cárteles como resultado de los agresivos esfuerzos antidrogas de la administración del presidente Felipe Calderón en México y por la creciente competencia entre uno y otro".
A diferencia de la edición 2009 que no los incluía aún, la nueva Estrategia incluyó a los cárteles de Los Zetas, La Familia Michoacana y Los Beltrán Leyva, algunos de ellos desprendidos de otros cárteles como el del Golfo y la Federación Sinaloense.
