Con una actuación contundente y sólida, los Guerreros ante su público golearon 3-0 a los Potros de Hierro del Atlante, para convertirse en líder general provisional del Apertura 2011.
De nueva cuenta, Santos Laguna ofreció una actuación contundente, ante un casi lleno Estadio Corona, siendo eficaces en el ataque y muy oportunos en zona defensiva, encontrando el equilibrio que tanto ha buscado su entrenador, Diego Cocca.
Una de las claves para el triunfo albiverde fue sin duda la entrega de Daniel Ludueña en la cancha. El "Hachita" buscó el balón por todos los sectores de la cancha, incluso con barridas enérgicas cerca de su área y cuando tuvo la pelota, el peligro se generó desde sus pies con excelentes pinceladas.
Oribe Peralta sigue en plan grande y aunque no anotó, generó muchas opciones, siendo generoso frente al arco rival, incluso teniendo la asistencia en el segundo gol, en el tanto de Darwin Quintero, quien ayer no desentonó con el accionar lagunero.
Varias llegadas tuvieron los locales, en la primera parte, con un insistente Christian Suárez por derecha. El ecuatoriano, que se estrenó en el futbol mexicano, fue acompañado en la media cancha por el "Chato" Rodríguez y Rodolfo Salinas.
Ambos contuvieron los embates azulgranas, encabezados por el "Hobbit" Bermúdez, quien inquietó al cancerbero santista con un tiro libre colocado, que careció de fuerza, pero Oswaldo la hizo espectacular con su lance.
La parte inicial fue muy movida, gracias a la propuesta del técnico Miguel Herrera, quien pese a contar con un equipo limitado y jugando como visitante, nunca dejaron de buscar la portería enemiga.
Los quintanarroenses pudieron descontar y hasta empatar, pero una imperdonable falla del "Kikín" Fonseca, solo frente al arco de Oswaldo Sánchez, así como el travesaño, en un cabezazo de Giancarlo Maldonado, frustraron las más claras opciones de los visitantes.
Por los Guerreros, el delantero Carlos Ochoa tuvo una de sus actuaciones más bizarras en su carrera. Primero realizó una jugada de crack cuando anotó, al quitarse la marca contraria con elegancia y definir con categoría, pero luego falló un par de ocasiones en una misma jugada, a menos de cinco metros de la portería desguarnecida.
Carlos Ochoa desperdició la oportunidad de anotar el cuarto de Santos, primero rebotó su remate en un contrario y después la voló. (Jesús Galindo).