Los tamaulipecos jugarán el partido de vuelta, con dos goles de ventaja. Correcaminos le ganó 3-1 a La Piedad
Correcaminos de Tamaulipas derrotaron 3-1 a los Reboceros de La Piedad en el partido de ida de la final de la Liga de Ascenso jugado en el estadio "Marte R. Gómez".
Los goles tamaulipecos fueron de Diego Olsina al minuto 52 y de Antonio González al 76 y 86. Por la Piedad descontó Roberto Nurse al 78.
La Vuelta se jugará el próximo sábado a las 15:00 horas en el estadio "Juan N. López". Correcaminos lleva una diferencia a favor de dos goles, el empate global ya no representa una ventaja para el mejor ubicado, así que el campeón deberá imponerse en el global.
Se jugó una Final y eso lo tuvieron claro los dos equipos. Cuál "ola naranja", Correcaminos tocó fuerte a la puerta, se lanzó al frente con intensidad, primero, Olsina recibió en el área y puso su disparo cerca del poste; enseguida José Luis López se halló ante el arquero y envió por encima. Eran los primeros minutos, estuvieron llenos de acción.
La Piedad poco a poco fue equilibrando, frenando la dinámica de los anaranjados, trabajó fuerte en media cancha para ir bajando los decibeles del volumen de juego tamaulipeco. El partido, de pronto, se entrecortó mucho por las faltas michoacanas.
Cuando los nervios clásicos de una Final se fueron disolviendo en los conjuntos, el juego se apretó más, con menos ansias pero más precisión en los pases. Las coberturas defensivas fueron perfectas. Se vivió un ida y vuelta.
Rumbo al minuto 30, Correcaminos volvió a despertar, mostró aires de reacción y aceleró, sobretodo apoyado en el dinamismo de José Luis López. "El Parejita", impulsado por su experiencia manejó los tiempos del equipo dirigido por Ignacio Rodríguez. Sólo les faltó claridad frente al marco para manifestar su superioridad.
Los Reboceros jugaron milimétricamente, cortaron el juego cuando era necesario y prendieron las alarmas de Eder Patiño con balones largos y jugadas de táctica fija. Anticiparon varios pases y por momentos encontraron la línea de fondo, parecían estar absolutamente conscientes de que faltaba la vuelta en su casa, el Juan N. López en La Piedad, Michoacán.
