Preocupado por qué hacer con un remanente de 300 millones de dólares en su cartera de inversión, el magnate Carlos Slim Helú le pidió consejo a un viejo amigo: el ex secretario de Comunicaciones y Transportes, Daniel Díaz Díaz, quien empujó la idea de extender el imperio al renglón de la construcción.
La coyuntura era inmejorable, dada la situación crítica que enfrentaba la principal carta en el país, es decir, el grupo ICA; la desaparición de Triturados Basálticos y Derivados (Tribasa), y la caída del Grupo Mexicana de Desarrollo. El escenario había dejado prácticamente la vía libre para que firmas españolas se repartieran los grandes contratos en materia de infraestructura, lo que urgía a la búsqueda del equilibrio.
De ahí nació, hace una década, la semilla para la firma Impulsora para el Desarrollo y el Empleo en América Latina (IDEAL), con perfil de multinacional como lo había sido en su momento la propia ICA.
La constructora se estrenaría con un contrato para realizar el libramiento de la Ciudad de México conocido como Arco Norte, al que se ubica como una de las obras maestras de la ingeniería mexicana.
Un eslabón más en la cadena, cuya apuesta pretende replicar el empresario ahora con dos vertientes adicionales: inmobiliaria y minera.
La diferencia es que en este caso sí hay experiencia previa. Durante años el Grupo Carso ha administrado las Plazas Loreto y Cuicuilco, además de las docenas de construcciones del Centro Histórico de la Capital que fueron restauradas, en paralelo a Minera Frisco, uno de los primeros pilares del conglomerado que ubicaría a Carlos Slim como el rico más rico del planeta.
La noticia es que ahora cada una de las firmas escindidas de la raíz original caminará por su cuenta. De hecho, a partir de ayer cotizan en forma separada en la Bolsa Mexicana de Valores. La inmobiliaria Carso administra de entrada el conjunto ubicado en la zona poniente de Polanco, que incluye oficinas corporativas, departamentos, áreas comerciales y cines, al que se agregaría en los próximos meses una red de paraderos en diversas zonas de la Capital del país, circundados por comercios, además de la plaza Mariana al costado oriente de la Basílica de Guadalupe.
A su vez, la apuesta en la Minera Frisco planteará una expansión sin precedente en el ramo extractivo, en un escenario en que la principal carta del país, el Grupo Bailleres, ha retrocedido ante la agresividad de empresas canadienses, cuya imagen ha sido negativa dados sus métodos de trabajo.
Si una de ellas extrae el oro y la plata del cerro de San Pedro en San Luis Potosí a base de detonaciones de dinamita y limpia los metales con ácidos que penetran al subsuelo, otra, ubicada en Guanajuato, lleva cuatro meses en huelga ante su obstinación de abrir jornadas inhumanas.
En la coyuntura romántica, pues, Slim le inyectaría capital mexicano a una explotación emblemática del país, lo que incitaría al aplauso del segmento nacionalista.
Ahora que en la coyuntura pragmática, a la que apuesta el magnate, los precios de los metales preciosos han crecido a niveles insólitos, lo que abre una gran ventana de oportunidades a los inversionistas. Carlos Slim, pues, pisa sobre seguro.
La familia del magnate mantiene el 78.70% del capital de la Minera Frisco.
Doble apuesta en la expansión del imperio.
BALANCE GENERAL
Finalmente, ante el incierto de mantener viva una sociedad sin sustento, tras la cancelación decretada por el Primer Tribunal Unitario en Materia Civil y Administrativa del Primer Circuito (toca civil 150/2010) de los contratos entre las partes, Mexicana de Lubricantes canceló hasta nuevo aviso la asamblea de socios planteada para el miércoles pasado.
De acuerdo a la orden del día, la firma de capital mixto de la que es socio minoritario Petróleos Mexicanos, votaría la integración de un nuevo Consejo de Administración.
La resolución, impugnada por la parte privada de la sociedad, vía un amparo, dio por terminados los contratos que permitían la alianza, es decir, suministro de aceites básicos, de maquila de aceites y grasas para consumo de Pemex Refinación y sus organismos subsidiarios, y licencia de uso de marca.
El callejón, pues, no tiene reversa.
ROUND PARA CEMEX
Finalmente, el órgano de arbitraje del Banco Mundial le dio vía libre a Cementos Mexicanos para que dos empresas holandesas participen en la negociación con el Gobierno venezolano, encabezado por Hugo Chávez, para una indemnización justa por la expropiación de dos plantas propiedad mayoritaria de la firma mexicana encabezada por Lorenzo Zambrano.
La razón es simple: existe un Acuerdo de Promoción y Protección de Inversiones firmado el 22 de octubre de 1991 entre el Reino de los Países Bajos y el Gobierno de Venezuela, que obliga a un trato equitativo. El Gobierno del país sudamericano había objetado la posibilidad, alegando que el problema era con una firma mexicana, no una holandesa.
Sin embargo, la cementera Cemex demostró que había una parte del capital que mantenían empresas del país europeo.
Las firmas expropiadas hace dos años se integran en un holding denominado "Cemex Caracas".
GRACIOSA HUÍDA
Ahora resulta que la salida de Jorge Salas de la dirección general del Grupo Aeroportuario del Pacífico no obedeció a un simple cambio de estrategia, sino a la posibilidad de que se le fincaran responsabilidades por haber entregado información falsa a los inversionistas de la Bolsa Mexicana de Valores.
La querella la había interpuesto la Controladora Mexicana de Aeropuertos, que aglutina a los socios mexicanos del emporio de terminales aéreas. Como usted sabe, éstos mantienen una larga disputa con las firmas españolas Abertis y Aena, quienes han mantenido ilegalmente el control de la empresa.
De hecho, la Ley le impide a la segunda de ellas participar en la sociedad, dado que se trata de una firma propiedad del Gobierno español.
¿QUÉN POMPÓ?
Finalmente el Gobierno logró torcerle el brazo a la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para que acepte quitas de hasta 75% en las deudas que mantiene Mexicana de Aviación con Aeropuertos y Servicios Auxiliares, lo que allanó el camino para que el resto de los acreedores hicieran lo propio, bajo el clásico "De-lo-perdido..."
El beneficio, naturalmente, será para los nuevos accionistas de la empresa, cuyos nombres se mantienen guardados bajo siete llaves.
Según ello, los 200 millones de pesos de capital semilla con que operará la firma se obtuvieron en un pase de charola en el que participaron lo mismo empresarios de medio pelo que gigantes.
¿A qué el misterio?