Las acciones que el Consejo de Seguridad debe emprender respecto a Libia y Siria intensificaron el enfrentamiento que Rusia mantiene en el máximo foro de la diplomacia internacional con Estados Unidos y sus aliados europeos.
La tensión entre ambas delegaciones subió de tono en los últimos días y llegó incluso al nivel de los insultos entre los embajadores de ambos países, que no se reservaron palabras para describir las posiciones ajenas.
Estados Unidos calificó el jueves de 'truco barato' la intención de Rusia de comenzar una investigación sobre la responsabilidad de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) en Libia.
Consideró que eran 'rimbombantes y fraudulentos reclamos' los que hace Rusia, pese a que organismos humanitarios como Human Rights Watch calcula que murieron a consecuencia de la ofensiva de la OTAN al menos 50 civiles en Libia.
'Francamente, creo que no es exageración decir que se trata de una especie de truco barato para desviar la atención (del Consejo de Seguridad) de otros temas', afirmó la embajadora de Estados Unidos ante la Organización de las Naciones UNidas (ONU), Susan Rice, en rueda de prensa.
Mientras, el embajador de Francia ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU), Gerard Araud, se refirió a la propuesta de Rusia como 'una estratagema'.
Estados Unidos criticó la propuesta de deslindar responsabilidades sobre la muerte de civiles libios y censuró a Rusia por bloquear de manera sistemática una resolución de condena sobre la violencia en Siria.
Los ataques de Rice no pasaron desapercibidos por el embajador ruso ante la ONU, Vitaly Churkin, que este viernes en una conferencia de prensa explicó que 'nada es mejor que una educación en Stanford' (en referencia a la universidad donde estudió Rice).
Asimismo, sugirió a Rice elevar el nivel de su lenguaje y hacerlo 'más victoriano', porque sus palabras no eran propias para negociar dentro del Consejo de Seguridad.
Rusia mantiene que la ONU debe encabezar una investigación en Libia, mientras que Estados Unidos sostiene que existen ya dos pesquisas en torno a los ataques, y que abrir otra averiguación sería 'redundante'.
Mientras, Rusia presentó este viernes una iniciativa en el Consejo de Seguridad de la ONU, para que envíe a representantes de la Liga Arabe a supervisar la situación en Siria.
Sin embargo, al contrario de lo que han propuesto Estados Unidos, países europeos y agencia humanitarias internacionales, Rusia se ha negado a que el Consejo de Seguridad aplique sanciones contra el régimen sirio.
Las sanciones deberían incluir un embargo de armas, congelamiento de activos y restricción de movimiento internacional para los principales funcionarios del régimen del presidente Bashar al-Assad.
Incluso, se ha propuesto el establecimiento de una 'zona de exclusión aérea' en Siria, tal como sucedió en Libia.
Sin embargo, Rusia reiteró este viernes su oposición a un embargo de armas, porque indicó que significaría cortar el abasto de armamento al régimen mientras gobiernos extranjeros Estados Unidos y Europa arman a grupos rebeldes.
También señaló que algunos miembros de Occidente buscan un cambio de régimen en Siria, tal como hicieron en Libia, un objetivo que es incompatible con el mandato del Consejo de Seguridad.