México se encuentra en el peor nivel de desarrollo democrático de los últimos 10 años, de acuerdo al Índice de Desarrollo Democrático de América Latina 2011 (IDD-Lat).
El documento, elaborado por por la fundación Konrad Adenauer y la consultora Polilat, establece que México no logra superar el fuerte clima de violencia e inseguridad ante el alto número de víctimas, situación que afecta derechos y libertades fundamentales e impacta en el sistema político del país.
Pese a que el índice empeoró en el presente año en 9.7%, México sigue formando parte del grupo de países con "Desarrollo Democrático Medio", de entre un total de 18 países y por debajo de naciones como Chile, Uruguay, Costa Rica, Perú, Panamá y Argentina.
El mejor puntaje para México desde que inició la medición -hace diez años-, fue en 2003, cuando obtuvo una calificación de 6.62, oscilando alrededor de ese puntaje hasta el 2011 cuando cayó hasta 4.92.
Uno de los principales factores para la caída que sufrió México en sus índices de democracia fue el alto grado de violencia, aunado al hecho de que tras la crisis de 2009 el país no ha podido recuperar plenamente su mayor fortaleza de los últimos años: el desarrollo económico que le permitía compensar otras carencias.
En el apartado de "Derechos y Libertades" que mide la democracia de los ciudadanos, México obtuvo la mayor caída al ubicarse en lugar 14 en el ordenamiento regional del último año.
Este retroceso, según el informe, es producto principalmente de una fuerte caída en los indicadores que miden el respeto de las libertades civiles y derechos políticos.
Los estereotipos tradicionales que definen lo masculino y lo femenino en México son otros de los obstáculos que enfrenta el país para mejorar sus índices de democracia, y un claro ejemplo de esto es el balance de diputados y diputadas que existen en la actual legislatura: 82% de hombres y 18% de mujeres.
La inversión en educación y servicios de salud para niños y adolescentes mexicanos también ha tenido resultados pobres. El índice señala que aunque México invierte 6% del Producto Interno Bruto para atender las necesidades educativas y sanitarias, se encuentra entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) con el peor desempeño en pruebas de matemáticas y lectura.
Pese a algunos aciertos económicos como el sector de servicios, la infraestructura y la vivienda, el reporte IDD-Lat advierte que la desigualdad entre la población es una asignatura pendiente.
