Agradecidos. Estuvieron a punto de cambiar de residencia para ir a buscar ayuda y la encontraron a tiempo a la llegada del CRIT.
Con apenas 4 años de edad Miguelito Alcázar Cázares ha tenido que padecer un calvario, su historia es dolorosa pero gracias a sus padres esto ha sido mucho más fácil, porque siempre tuvieron optimismo y han luchado para sacarlo adelante.
Él es uno de los primeros niños que inauguraron el CRIT de Gómez Palacio, sus padres Gabriela y Leopoldo estuvieron a punto de cambiar de residencia a Chihuahua para poder inscribirlo en aquel estado al programa de rehabilitación, pero afortunadamente para ellos, se abrió esta nueva oportunidad de vida para su pequeño.
Miguelito no nació con discapacidad, fue un bebé prematuro que por ello tuvo que permanecer en la incubadora del Hospital Infantil de Torreón, pero tanto él como otros 2 niños contrajeron una infección que tardaron 3 meses en detectarle. Los demás niños fallecieron de paros respiratorios, pero Miguelito sobrevivió a 5 paros y a 3 broncoaspiraciones. Debido a la falta de oxigenación en el cerebro, los médicos informaron a sus padres que las secuelas serían la parálisis cerebral y retinopatías del prematuro.
En el CRIT lleva terapias físicas de mecano y visuales por su padecimiento en las retinas, además de terapia de lenguaje.
El pequeño no podía moverse, se le dificultaba la visión, sin embargo ya reconoce a sus padres y también a los médicos y terapeutas del centro de rehabilitación.
La madre afirma que llegó hace un año siendo como un bebé, pero que para ellos que lo ven diario y cada vez que realiza sus tratamientos, es muy notorio el esfuerzo que hace y la mejoría que ha visto en estos meses, ya que anteriormente lo llevaban a otros lugares a tomar terapias físicas pero los avances no eran los que ellos esperaban o deseaban.
Gaby y Leo aseguran que es increíble el cambio y progreso en su niño y aseguran que no descansarán hasta verlo ser independiente.
Es el reto más grande y su meta en la vida, Gaby tiene la ilusión de otro bebé, pero sabe que tiene una responsabilidad muy grande a cuestas para hacer de Miguelito un joven seguro, capaz y exitoso que salga adelante por sí mismo.
GABRIELA CÁZARES
Madre de Miguelito