A medias. La cantante británica dejó inconclusa una gira por Europa, que comenzó en junio pasado.
Junio de este año. Ammy Winehouse, con la mirada perdida e incapaz de hilar las rimas de "Rehab", sale del escenario montado en el teatro Kalemegdan de Belgrado. Regresa para intentar cantar "Just friends". Tropieza. Su guitarrista la atrapa justo antes de caer. El público enfurece: había pagado entradas de mil pesos.
Esta es, lamentablemente, la última imagen que dejó en un escenario Winehouse, y resume gran parte de su carrera si se toma en cuenta que a los 13 años fue expulsada de la escuela de actuación de Sylvia Young por mala conducta.
Winehouse tuvo durante su carrera numerosos problemas con el alcohol y las drogas. Tras su desafortunado regreso a los escenarios en Belgrado en junio de este año, la artista británica canceló su gira. Entonces anunció que quería tomarse el tiempo necesario para volver a dar lo mejor de sí misma.
En 2003 dio qué hablar por primera vez con su particular estilo para vestir y su álbum debut "Frank", el cual recibió los elogios y registró buenas ventas en Gran Bretaña. Después de éste, Winehouse cayó en una depresión, rompió con su novio, se le fue la inspiración mucho tiempo y finalmente -ella misma dijo- fumó bastante marihuana.
"Por mucho sufrí el bloqueo mental que da a los creadores", dijo en 2007. "Y como creadora, el valor de uno se basa literalmente en lo último que creaste... Solía preguntarme ¿qué me pasó?".
"En un momento habían pasado dos años desde el anterior disco y (la compañía fonográfica) me preguntó: '¿quieres hacer otro disco?' Y yo decía 'juro que ya viene'. Les dije: 'Una vez que me pongo a escribir, escribo y escribo. Pero ni había empezado'".
La fama internacional le llegó a fines de 2006, cuando salió Back to Black con éxitos autobiográficos como "Rehab" y "You Know I'm No Good".
Le llovieron premios y elogios de la crítica. El disco vendió millones de copias. Su patrimonio fue estimado en más de 15 millones de dólares.
Pero desde entonces ya no hubo disco nuevo y en los conciertos la cantante incluso fue abucheada algunas veces por presentarse ebria.
Cuando en 2008 estaba en una clínica de desintoxicación y fue distinguida con cinco premios Grammy, parecía que había esperanza y había superado el bache. Pero poco después Amy fue retratada otra vez con drogas.
Citaciones policiales y varias estancias en el hospital por problemas de salud fueron los próximos capítulos.
A eso se sumó el divorcio de Blake Fielder-Civil en 2009, después de dos años de matrimonio en los que siempre hubo dificultades en la pareja.
En entrevistas, ella misma admitió que padecía trastornos alimenticios y que era autodestructiva. "Estar tirada y llorar", dijo que era una de sus actividades más habituales.
"Amy escribe canciones fantásticas, tiene clase. Espero que supere esto", dijo hace unos años el líder de los Rolling Stones.
Lamentablemente no pudo. Amy Winehouse será recordada como una de las grandes estrellas de la música en los últimos años, una cantante de soul de extraordinario talento musical y poderosa voz, pero cuya autodestrucción la empujó a un fin demasiado temprano.