Crónicas de familia y exilio
En La familia interrumpida Eloy Urroz ofrece una apasionante historia que combina pasado y presente, las vivencias de un joven mexicano, el recuerdo de un emblemático escritor español, y una serie de cuestionamientos que sin duda involucrarán al lector desde la primera página.
A veces hay que ser un poco loco para seguir con vida.
Eloy Urroz
Eloy Urroz (mexicano nacido en Nueva York, en 1967) ha sobresalido en el mundo de las letras con seis novelas publicadas, además de ensayos y libros de poesía. Su obra ha sido traducida al inglés, el italiano, el alemán y el portugués. Es admirador de Mario Vargas Llosa y se desempeña como profesor de Literatura contemporánea en The Citadel College de Carolina del Sur. Su última publicación lleva por nombre La familia interrumpida y en ella narra la historia de Luis Solorio, un cineasta mexicano radicado en Nueva York que casi al mismo tiempo descubre su homosexualidad y que tiene una media hermana.
A partir de tal premisa el autor aborda los siguientes temas: la paternidad, el exilio, la disolución y redefinición de los papeles familiares, y la muerte. “Es una reflexión sobre los nuevos roles y las nuevas dinámicas que en este siglo se están dando dentro del núcleo familiar. [...] Intenta bucear y explorar cuáles son estás nuevas alternativas que la realidad mexicana y mundial nos ofrece. Por ejemplo, la realidad que implica que una pareja gay o lesbiana deseen ser padres (sic), lo cual, a mí me parece perfectamente legítimo”, mencionó Eloy durante una conversación con lectores organizada por el diario El Universal.
La trama no está escrita de manera lineal, el tiempo es asimétrico. La intención de recuperar el ayer se evidencia desde el título del ejemplar. Y es que La familia interrumpida es también el nombre de la única pieza teatral que escribió el poeta sevillano Luis Cernuda, quien saliera de España en febrero de 1938 huyendo de las tropas franquistas. “Pretendo que el lector participe de la lectura ejercitando su memoria en una suerte de vaivén entre el pasado histórico del poeta Luis Cernuda en 1938 y el presente del joven mexicano Luis Salerno autoexiliado en Nueva York. A partir de estas dos historias ‘comunicantes’ se irá conformando la trama de esta novela. El clímax surgirá cuando Luis Salerno lee azarosamente el poema que Cernuda le escribió al niño vasco 80 años atrás”, comentó el autor durante la citada charla.
UNA OBRA PERDIDA
Como académico Urroz ha estudiado el legado literario de Cernuda, a quien define como un hombre fiel a sus convicciones. Incluso se ha declarado asiduo lector de La realidad y el deseo, que conjunta 11 poemarios del escritor perteneciente a la llamada ‘generación del 27’.
Precisamente fue su admiración por Cernuda la que lo llevó a titular su novela de forma homónima a la citada obra teatral, que estuvo desaparecida por más de 50 años. “Nunca la publicó. Meses antes de huir de España, se la envía mecanografiada a su amigo Octavio Paz, pidiéndole que la guarde. Sin embargo, ambos se olvidan de ella [...]. 60 años después, Enrico Mario Santí, investigador cubano y biógrafo de Octavio Paz, le pide a éste que busque textos suyos de la juventud. Es entonces que Octavio Paz encuentra casualmente las hojas mecanografiadas [...]. Estaban enrolladas dentro de una caja de zapatos en la casa de su madre. Entonces Paz decide publicar la obra de Cernuda El relojero o la familia interrumpida en los años ochenta”, ha explicado el también autor de Fricción.
TODO QUEDA EN FAMILIA
La novela es dramática, triste, y su idea surgió (como en la mayoría de las ficciones literarias) a partir de experiencias personales. Urroz ha confesado que se relaciona con la pérdida de un sobrino y el descubrimiento reciente de que tiene una media hermana.
Amante de la poesía y el ensayo, este egresado de la UNAM ha definido al género novelístico como “un producto artístico que permite cuestionar presupuestos morales, valores establecidos, ideas enraizadas”.
Cabe mencionar que el narrador de 44 años de edad pertenece al mismo grupo que Jorge Volpi, Ignacio Padilla y Pedro Ángel Palou, la ‘generación del crack’, que se ha caracterizado por el rigor creativo, la ambición formal, la búsqueda de una literatura difícil y la constante innovación.
Por ello no es de extrañar que estemos ante una obra transgresora, que no es políticamente correcta y se ha atreve a discutir el papel de la familia, estructura social intocable en la cultura mexicana, la cual es defendida a capa y espada por grupos moralistas que siguen condenado el divorcio, la infidelidad o los matrimonios entre personas del mismo sexo.
Podríamos resumir apuntando que La familia interrumpida es una reflexión sobre la paternidad y el exilio interior y político (en el caso de Cernuda), y temas recurrentes en todos los seres humanos. Por ejemplo, a través de las páginas se lanza una interrogación: ¿En dónde comienza la responsabilidad moral: cuando somos progenitores, cuando criamos; y en qué momento empieza o termina? Asimismo el texto cuestiona la existencia de Dios. Un acierto del autor es que no ofrece respuestas moralistas; por el contrario, obliga al lector a reflexionar.
A pesar de su mirada al pasado la novela mantiene un ritmo ágil y ha merecido elogios de firmas consagradas como la de Carlos Fuentes quien afirmó que Urroz “conduce la realidad a su relación más peligrosa, secreta y escueta”.
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