Es sin duda el recuerdo más memorable en la mente de los aficionados al Cruz Azul en dos décadas. El 7 de diciembre de 1997 quedó marcado como el premio y reconocimiento al esfuerzo de una digna temporada y sobre todo, a 180 minutos (más por el tiempo extra) de pasión desbordada al límite y emociones que se resumen en siete letras: Campeón.
El equipo de Luis Fernando Tena que vio en Óscar “Conejo” Pérez, Guadalupe Castañeda, Benjamín Galindo, Francisco Palencia y Carlos Hermosillo, entre otros, a sus figuras, logró doblegar al León de Ángel David Comizzo, Sigifredo Mercado y Misael Espinoza.
Y es que tras haber conseguido la ventaja en la ida disputada tres días antes en el estadio Azul con un tanto de Galindo por la vía del penal, los celestes pisaron el Nou Camp para proclamarse Campeones.
Luego de que Misael Espinoza lograra emparejar el global al minuto 53, se convirtió en un día mágico para Cruz Azul, que encontró en Carlos Hermosillo a su héroe al anotar un “gol de oro” desde los 11 pasos en el último suspiro del partido.
Ahí terminó el sueño de los dirigidos por Carlos Reinoso, que tuvieron que conformarse con el subcampeonato.
Después la historia es bien conocida por todos. Cuatro Finales ha disputado Cruz Azul desde entonces: Invierno 99, Clausura y Apertura 08 y Apertura 09, mismas en donde cedió la corona a Pachuca, Santos, Toluca y Monterrey respectivamente.
Hoy se cumplen 14 años desde que La Máquina obtuvo su último título de Liga y el octavo en su historia.
Temporadas van y vienen y en el seno cruzazulino se respira un ambiente de presión, ya que está obligado al campeonato al ser considerado un equipo “grande”, que en mucho tiempo no ha ganado nada.