Arribo. El cuerpo del cantautor llegó en un avión de la Fuerza Aérea Mexicana la madrugada de ayer a Argentina.
BUENOS AIRES, ARG. Centenares de personas afligidas asistían ayer al velatorio en Buenos Aires del folclorista Facundo Cabral, quien cantaba a la paz y encontró la muerte en Guatemala a manos de pistoleros.
La triste despedida al autor de "No soy de aquí ni soy de allá" tenía lugar en el Teatro ND Ateneo, donde Cabral actuó por última vez en Buenos Aires. Algunas personas lloraban, otras llevaban grandes ramos de flores para depositar ante el féretro con los restos del cantante muerto a tiros el sábado en la capital guatemalteca, a los 74 años.
Ariadna Amadeo, de 26 años y desempleada, esperó previamente en una larga fila a que se abrieran las puertas del teatro. Dijo que la música del artista formó siempre parte de su vida. "Cuando mi mamá estaba embarazada, mi papá solía reproducir la música de Cabral en un casete que le acercaba a la panza para que yo la escuchara", señaló la joven, que portaba una rosa blanca.
"Espero que se haga justicia, eso depende de los gobiernos de Argentina y Guatemala", agregó.
La periodista venezolana Yaline Pernía, de 33 años, vino a Buenos Aires desde su país para despedirse del cantautor. "Es una pérdida extrema para toda la humanidad; es inexplicable que alguien que cantaba sobre la paz haya muerto de esta manera".
Para Eduardo Musre, de 65 años, Cabral era embajador de la cultura argentina en el mundo. "Escuché su música desde siempre; no puedo creer la forma en que ha muerto", dijo consternado.
El Gobierno argentino decretó duelo nacional por tres días a partir de ayer; por ello la bandera nacional en lugares públicos permanecerá izada a media asta.
Un decreto oficial señaló que el cantante "consagró su vida al canto transmitiendo con sus letras un espíritu de paz" y que en él destacaban el "interés solidario y el compromiso social".
Los restos del artista serán inhumados este día.
TRISTE LLEGADA
Ya lo esperaban. El cuerpo de Facundo Cabral arribó ayer a Buenos Aires. El canciller Héctor Timerman, y la familia del artista, entre ellos su viuda, Silvia Pousa, estaban ahí, con la tristeza a cuestas, con un dolor insoportable.
Los restos del artista fueron trasladados por un avión prestado por la Fuerza Aérea de México, el país que lo acogió cuando escapó de la última dictadura argentina (1976-1983).
El ataúd, protegido con cartón, fue subido a una camioneta de una casa funeraria. Una de las personas que estaba en la pista acompañando a la familia llevaba en ambas manos una guitarra y una pequeña maleta. Cabral, que se definía como un trotamundos, solía decir que esos dos objetos eran lo único que necesitaba en sus constantes giras musicales.
Detienen a sospechosos
Las fuerzas de seguridad guatemaltecas detuvieron ayer a dos sospechosos de haber participado el sábado en Guatemala en el atentado que costó la vida al cantautor argentino Facundo Cabral, informó una fuente judicial.
El portavoz de la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), Diego Álvarez, dijo a la radio local Emisoras Unidas que uno de los detenidos fue identificado como Elkin Enrique Vargas Hernández y el otro como Wilfredo Allan Stockes Arnold.
Diego Álvarez, dijo que son "varias" las personas que son buscadas por el ataque perpetrado el sábado pasado contra un vehículo en el que Cabral se desplazaba hacia el aeropuerto de la capital guatemalteca.
Álvarez señaló que las detenciones de los dos sospechosos fueron efectuadas en dos colonias al sur de la capital de Guatemala.
El portavoz de la CICIG pidió tener paciencia " porque no se pueden dar más detalles para " no dañar las investigaciones ".
Un investigador cercano al proceso dijo que el video de vigilancia de un hotel muestra a los sospechosos siguiendo al empresario nicaragüense, quien llevaba a Cabral al aeropuerto en su auto cuando los emboscaron el sábado.
El investigador dijo que el blanco de la emboscada aparentemente era Fariñas, quien se encuentra hospitalizado y debido a su estado de salud delicado no ha podido declarar ante las autoridades.