Miles de aficionados a las emociones fuertes corrieron el domingo junto a los toros en el cuarto encierro de las fiestas de San Fermín, que terminó con 10 personas heridas y ninguna corneada.
Muchos participantes se tropezaron, cayeron y fueron pisoteados por la multitud que corría al lado de los toros de la afamada ganadería miura, fundada en 1849.
El encierro del domingo es usualmente el más grande de los ocho que se llevan a cabo cada año, y es uno de los favoritos de los aficionados porque participan miuras, reconocidos como los toros de lidia de mayor tamaño en España.
Diez personas fueron tratadas por heridas menores que incluyeron golpes en brazos y cabeza, informó el Hospital de Navarra en un comunicado. Ninguno de ellos —todos españoles de entre 19 y 41 años— ameritó hospitalización.
Expertos del festival dijeron a la televisión española TVE que unas 3,500 personas corrieron con los toros el domingo.
Un participante resbaló, cayó frente a la manada y fue pisado cerca de la salida, mientras que otro tropezó casi a la mitad y fue golpeado por varias pezuñas. Otros de un pequeño grupo se empujaban unos contra otros mientras los toros se acercaban a la plaza.
El trayecto se extiende 850 metros (928 yardas) desde un recinto cercano a una muralla medieval de piedra, donde las bestias pasan la noche, hasta la plaza de toros en el centro de la ciudad. En esa arena se efectúan corridas todas las tardes del festival en honor al santo patrono de la ciudad.
El encierro del domingo fue rápido, de sólo dos minutos y 29 segundos, y habría sido más breve pero uno de los toros miraba alrededor y atacaba a varias de las personas que guían a los animales hasta que lo pudieron llevar a un corral.
El miura más grande fue un espécimen negro llamado Macareno, de 695 kilogramos (1,532 libras), mientras que el más ligero pesaba 540 kilogramos (1,190 libras), indicó en un comunicado la unidad de juegos y espectáculos de la policía de Navarra, provincia donde se ubica Pamplona.
Los miuras tienen gran tamaño y musculatura, y los expertos los admiran por su aceleración explosiva, resistencia y gracia. Estas características inspiraron al legendario Ferruccio Lamborghini a nombrar Miura a uno de sus automóviles deportivos más famosos.
