Siglo Nuevo

Cuestión de testículos

SEXUALIDAD

Cuestión de testículos

Cuestión de testículos

Psicólogo Sexólogo Silvestre Faya

Campañas van y vienen para promover la prevención del cáncer de mama, del cervicouterino e incluso el de próstata, mediante la autoexploración y/o la revisión médica. En cambio del testicular se habla poco, pese a que la revisión marca la diferencia: si el problema es detectado de manera temprana tiene un alto porcentaje de ser curable.

Podemos afirmar sin temor a equivocarnos que sólo uno de cada 300 varones que acuden a consulta médica considera importante la revisión testicular, pues sólo pensar en pedirla le da pena. Pero la vergüenza a ser examinado en esa área mal llamada ‘pudenda’ ¿es natural? ¡Por supuesto que no!

Los seres humanos al nacer no consideran indigna ninguna zona de su cuerpo. Son los padres quienes -tal vez bien intencionados- mal informan a los hijos sobre “esas partes” insistiendo en que no deben tocarse, verse ni hablar de ellas. En consecuencia los infantes se convierten en jóvenes y adultos con riesgo de sufrir cáncer testicular. La idea popular asocia tal padecimiento a la madurez, digamos a los 60 años, pero la evidencia científica muestra una elevación en la cifras de pacientes que oscilan entre los 15 y los 35 años de edad, más que en los adultos mayores.

Algunos hombres tienen más propensión al cáncer testicular: destacan quienes de niños tuvieron criptorquidia (es decir, uno de sus testículos no descendió a la bolsa escrotal), y aquellos que desarrollaron previamente un tumor de las células germinales o tienen antecedentes familiares de esta afección.

LAS SEMILLAS DE LA VIDA

En condiciones normales las células crecen, se dividen y reemplazan, o mueren en un orden preestablecido. En cambio, cuando se vuelven cancerosas se reproducen de una manera incontrolada, generando tejido y en muchos casos produciendo tumores.

El escroto es la bolsa donde se guardan los espermatozoides -verdaderas semillas de la vida-, en el interior de los testículos y los cordones espermáticos. Los testículos tienen una forma oval y miden aproximadamente seis centímetros de longitud y cuatro de ancho. Si al tocarlos se aprecia algún endurecimiento o anormalidad en general, es preciso ir a revisión médica para descartar la existencia de un tumor.

Desde luego, para saber identificar cualquier detalle inusual, es necesario formarse el hábito de la autoexploración.

UN HÁBITO MENSUAL

La autoexploración testicular debe ser practicada una vez al mes a partir de los 14 años de edad. Cabe decir que el mejor momento para realizarla es después de una ducha tibia o caliente, así será más cómodo pues el escroto se encuentra relajado. A continuación enlistamos los pasos para efectuarla:

-Durante el examen haga a un lado el pene para deslizar con mayor facilidad sus dedos por la superficie escrotal.

-Primero debe inspeccionar un testículo y luego el otro. Comprima cada uno ligeramente, enrollándolo entre los dedos pulgar e índice, moviendo la piel con suavidad y palpando toda el área en busca de cambios de textura, tacto o tamaño. Este reconocimiento no debe causar dolor, si lo hubiera entonces es indicativo de valoración médica.

-Arriba de cada testículo usted sentirá una pequeña protuberancia: no se alarme ni confunda, es el epidídimo, tal estructura es normal.

-Si nota un bulto, llaga o cualquier anomalía no significa que tenga cáncer, pero es necesario consultar a un especialista para que lo descarte. Existen diferentes causas que pueden provocar que los testículos se agranden, como la acumulación de líquido alrededor de estos o una vena inflamada.

LA ALTERNATIVA: VISITA AL MÉDICO

Si usted notó alguno de los síntomas descritos y desea descartar la amenaza de un cáncer, consulte a un urólogo. Este especialista palpará minuciosamente sus testículos y de haber sospecha de un tumor recurrirá a pruebas de laboratorio, ultrasonido o resonancia magnética, entre otras. De confirmarse el diagnóstico de cáncer las probabilidades de éxito estarán en función a la localización del tumor y la detección oportuna del mismo. El riesgo de morir por esta enfermedad es muy bajo, alrededor de uno en 5,000 casos. Por eso se enfatiza la importancia de la autoexploración con la periodicidad señalada.

La manera de intervenir esta condición involucra procedimientos quirúrgicos, quimioterapia o radiación. La cirugía consiste en la extirpación del testículo (uno o ambos) y puede tener consecuencias en la función sexual (eyaculación retrógrada) y/o disminuir la fertilidad, aunque no causa impotencia, ya que el varón es capaz de continuar teniendo erecciones. Incluso a quienes se les han quitado los dos testículos logran erecciones, usando complementos de testosterona bajo vigilancia médica. En otras palabras, su vida sexual puede ser satisfactoria.

PREVENCIÓN ANTE TODO

El cáncer testicular no es común; la probabilidad de que un hombre lo padezca es de aproximadamente una en 270. Sin embargo no es necesario pasar por una experiencia real frente a un padecimiento de este tipo. Lo que resulta fundamental es sustituir la cultura de remediación (es decir, recurrir al doctor cuando la enfermedad ya está presente e incluso muestra un avance) por la de prevención. No lo desestime y examine minuciosamente sus testículos una vez al mes, y pida a su médico que los revise una vez al año.

www.sexologosilvestrefaya.com

Leer más de Siglo Nuevo

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Siglo Nuevo

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Cuestión de testículos

Clasificados

ID: 684241

elsiglo.mx