Cuando a una persona se le detecta que tiene cierta dificultad con su presión arterial, está comprometida a reorganizar su estilo de vida, sus hábitos, alimentación y someterse a alguno o algunos regímenes; de no ser así, la hipertensión arterial, "el asesino silencioso", podría desencadenar otros padecimientos que llevan a un deceso, advirtió el secretario de Salud del Estado, Alejandro Campa Avitia.
Hasta la semana epidemiológica número 52 del 2010, se registraron 13 mil 507 nuevos casos de hipertensos, cuyos rango de edad detectado es a partir de los 25 años; a partir de los 50 años se presentó la mayoría con 3 mil 675 incidencias.
El nivel de presión en el torrente sanguíneo de un adulto sano debe registrarse en valores de 120/80.
Fuera de ese rango al individuo se le considera una persona hipertensa.
Se deberá controlar peso y talla, disminuir consumo de sal, cambiar la alimentación y dejar de fumar.