Fervor. Cientos de fieles acuden a la capilla de San Judas Tadeo en Lerdo, y brindan ofrendas, oraciones, peregrinación y hacen verbena.
Como cada año, este 28 de octubre se realizó una de las fiestas patronales más importantes del catolicismo, al menos en la Comarca Lagunera; es el día en que miles de fieles honran al santo de los casos difíciles, San Judas Tadeo.
En Lerdo se encuentra una sencilla capilla que data de 1978, año en el cual se comenzaron a oficiar misas en un jacal, es el lugar en el que después se edificaría el templo de San Judas Tadeo, el cual luce diferente, se ha mejorado, ha crecido y los fieles tienen un lugar mejor para acercarse a San Judas y continuar con su fe.
En ese lugar, desde hace más de tres décadas, los fieles acuden a ofrecer sus plegarias, llenan el altar de flores y ofrendas, y los danzantes hacen su parte con sus llamativos trajes blancos con verde.
En la actualidad este acto se vuelve una fiesta desde días antes, es una de las fiestas patronales más concurridas del municipio, al igual que la de la Virgen de Guadalupe.
Pero en esta ocasión las celebraciones comenzaron desde el día 19, con el novenario al denominado santo patrono de los casos difíciles y desesperados, en el que participaron varias comunidades que, al igual que la de esta capilla, pertenecen a la parroquia de la Inmaculada Concepción de María.
Además del novenario, se realiza también cada día el Rosario de Aurora en honor a San Judas Tadeo, el cual se reza puntualmente por los fieles que asisten al templo a las 6 de la mañana.
El día 27 se oficiaron matrimonios colectivos en la comunidad, mientras que durante el día de ayer 28 de octubre, se celebraron las misas, además se realizaron bautizos y primeras comuniones, las cuales iniciaron desde las 10 de la mañana, así como las confirmaciones a las 5 de la tarde, oficiadas por el obispo José Guadalupe Torres.
Posteriormente se llevó a cabo un festival y verbena popular con juegos mecánicos, antojitos, tómbola y otros atractivos, a las afueras de esta capilla cuyo párroco, José de la Luz Rosales Castañeda, asegura que ya son más de 30 años en los que esta fiesta se vive con fervor aquí en el municipio de Lerdo.
