La Procuraduría de Justicia de Nuevo León declaró formalmente presos a 36 policías municipales por su presunta relación con el crimen organizado, entre ellos 19 del municipio de Zuazua por su responsabilidad en el asesinato de escoltas del gobernador Rodrigo Medina.
En un comunicado, señaló que se "ejercitó la acción penal mediante dos órdenes de aprehensión por delitos cometidos en contra de instituciones oficiales y servidores públicos". Agregó que la medida se aplicó a 17 policías de Pesquería, quienes participaron en el plagio de 18 trabajadores de una constructora.